Escuchar, acompañar y alentar al pueblo cristiano que se les confía, fue la consigna del obispo diocesano, Ariel Torrado Mosconi, para los padres José Luis Rossi y Ariel Palanga al comenzar su misión en las parroquias de Bunge y Roberts, respectivamente.
Esta semana, durante la celebración vespertina de la santa Misa en la Iglesia parroquial de “San Juan Nepomuceno” de Emilio V. Bunge, comenzó su servicio pastoral el Padre “Joselo” Rossi.
Durante la celebración eucarística -de la cual se participó presencialmente siguiendo las medidas sanitarias vigentes y también transmitida en streaming- monseñor Torrado Mosconi afirmó: “…”. En estos tiempo de dificultades globales a causa de los cambios por la pandemia, todo ello se deja sentir y repercute en la vida eclesial, por eso exhortó: «así como nos relata el libro de los Hechos las dificultades y peripecias vividas en aquella primera evangelización por parte de San Pablo y la primera comunidad cristiana, pero sin embargo ellos no cesaban de cantar y alabar a Dios, así te toca comenzar tu ministerio en particulares dificultades a raíz de la pandemia”, dijo, dirigiéndose particularmente al nuevo párroco.
Los fieles manifestaron su alegría al dar la bienvenida al nuevo sacerdote, quien afirmó sentirse ante este nuevo llamado del Señor en su Iglesia para continuar la obra evangelizadora.
Esta semana tuvo lugar también la Misa en el templo parroquial “San Bernardo” de Roberts, partido de Lincoln, durante la cual asumió su nuevo encargo pastoral, el Padre Ariel Palanga.
En su homilía el obispo diocesano manifestó: “como San Pablo en el areópago debe-mos partir de los valores rescatables de este tiempo de pandemia para volver a anun-ciar la verdad completa del evangelio” e instó al padre Ariel a: “dejarse conducir por el Espíritu para evangelizar con la valentía y fortaleza que vienen de Dios”.
Dirigiéndose a los presentes, el padre Palanga comentó que este era el primer encargo a encabezar una comunidad, por lo cual pedía ser acompañado por la comunidad.
Ambos sacerdotes hicieron su Profesión de fe y juramento de desempeñar fielmente su nueva misión en la presencia del prelado diocesano y algunos presbíteros de la zona. Durante las mismas, se realizaron los ritos que ponen de manifiesto su misión y servicio pastoral, tales como la entrega del libro de la Palabra de Dios, los santos óleos y la llave del sagrario.
La parroquia “San Juan Nepomuceno” de Emilio V. Bunge, en el Partido de General Villegas, tiene una población de 10.000 habitantes, fue erigida canónicamente el 23 de diciembre de 1941, su templo parroquial se dedicó el 15 de octubre de 2005 y celebra sus fiestas patronales el 16 de mayo.
La parroquia “San Bernardo” de Roberts, en el partido de Lincoln, tiene alrededor de 4.000 habitantes, perteneciente a la parroquia de Lincoln pero que se atiende pastoralmente desde Roberts. Fue erigida el 23 de diciembre de 1941 y celebra sus fiestas patronales el 20 de agosto.
El sacerdote que estaba en Bunge asumió en la Parroquia de Tres Lomas
En tanto, en la solemnidad de Nuestra Señora de Lujan, patrona de la homónima parroquia de Tres Lomas, asumió como Párroco el presbítero Alcides Valverde, quien venía desempeñando su ministerio en la parroquia «San Juan Nepomuceno», de Bunge.
Debido a las restricciones por la pandemia las celebraciones se llevaron a cabo según los correspondientes protocolos.
Al ponerlo en posesión de su cargo, realizando la Profesión de fe y el juramento sobre los Evangelios, el Pastor diocesano afirmo: «Comienzas esta nueva misión en un tiempo inédito y muy difícil, te exhorto que lo hagas, no apoyado en tus propias fuerzas, sino en el poder y eficacia que viene de Cristo», llamando al flamante párroco a hacer realidad el lema diocesano: «Caminar en comunión para anunciar a todos la alegría del evangelio».
El Padre Alcides también asumió el encargo de Administrador parroquial de «San Rosa de Lima» en la localidad de Treinta de Agosto, partido de Trenque Lauquen, con la presencia de monseñor Torrado Mosconi y los presbíteros Lukasz Walawaski, anterior Administrador, y Marcelo Cervetti de Salliquello.
Allí el prelado diocesano convocó a: «saber dejarse guiar por el Espíritu Santo para comenzar de nuevo, después de tantas restricciones por la pandemia, con el mismo fervor que las primeras comunidades cristianas, con un renovado impulso evangelizador».