El Club Atlético Villegas recibió una importante donación por parte de la Fundación Cargill. Se trata de cuatro bicicletas fijas marca Olmo, un desfibrilador marca Phillips y tres tensiómetros marca Aspen.
La donación recibida venía destinada al proyecto de gimnasio de alto rendimiento y de recuperación cardiovascular para personas con problemas cardíacos que la comisión directiva del Club Atlético había lanzado hace algunas semanas atrás. «Lo tuvimos que postergar al proyecto porque se superpuso con la campaña para la Cooperadora del Hospital. Le dimos prioridad al apoyo al Hospital y la verdad es que fue impresionante el apoyo de la gente: se juntaron casi 15 millones de pesos», manifestó Eduardo «Ado» Irasola, presidente académico.
«Esta donación venía para nuestro gimnasio. Es un desfibrilador, tres tensiómetros digitales y cuatro bicicletas fijas, todas cosas de muy buena calidad. Queremos agradecer el gesto enorme de Cargill porque es algo de un costo altísimo. Era un sueño nuestro tener un desfibrilador en todas las actividades, donde haya un partido de fútbol, de básquet, de vóley, de lo que sea. Se trata de la posibilidad de vivir o no. Los que hemos visto algún suceso cardiaco en una cancha sabemos lo que es tener un elemento como éste. Ahora tenemos que hacer un curso para saber usarlo. Es un equipo moderno y muy chiquito. Te va indicando los procedimientos a realizar. El Dr. Gastón Sánchez, que es miembro de la comisión, nos va a hacer un curso a todos», sostuvo Irasola.
El proyecto para recaudar dinero para el gimnasio llevaba el nombre de «Toneladas por el corazón» y estaba dirigido al sector agropecuario. El presidente de Atlético aclaró que quedó postergado, pero no descartado. «Era un proyecto muy grande. Habíamos empezado a recibir donaciones, pero decidimos devolverlas porque por el momento no íbamos a poder empezar la obra. En este momento la prioridad era la pandemia y apoyar a la gente del Hospital y de la salud. Apoyarlos, en definitiva, es apoyarnos a todos nosotros. Por eso lo postergamos, pero el proyecto está y no lo vamos a abandonar. Simplemente vamos a esperar el mejor momento», dijo Irasola.
¿Y la pileta?
«Es mi sueño y mi asignatura pendiente. Es un proyecto grande, muy costoso. Necesitamos ayuda oficial para poder romper la pileta y empezar la obra y terminarla. No puedo romperla y quedar a mitad de camino. Quiero empezar la obra con un buen apoyo oficial. En esto no hay banderías políticas, nos queremos abrazar con todos. Con el que nos ayude, estamos abrazados. Tiene que pasar este momento terrible de pandemia y después empezaremos a tocar gente: el gobernador, el presidente, la oposición, quien sea. Va a ser un lujo para todo Villegas y es una picardía que no la tengamos. Hay ciudades más chicas que Villegas que tienen pileta climatizada», concluyó Irasola.