Distintas líneas internas coincidieron anoche para intercambiar opiniones y buscar coincidencias de cara a las elecciones.
Atomizado como nunca en su historia, el Peronismo busca reagruparse para recuperar el poder que perdió de manos de Cambiemos.
La situación se repite en cientos de municipios de todo el país, y por lógica consecuencia en todas las gobernaciones.
No parece tarea fácil, pero hay quienes lo intentan: la convocatoria fue de Kolina y la noche del sábado mostró su primer intento.
«Estuvieron representados todos los espacios: Acción por Villegas, Compromiso Federal, Movimiento San Martín, La Cámpora, Nuevo Encuentro, Peronismo Militante, Movimiento Evita y Partido Comunista Congreso Extraordinario (PCCE)», dijo uno de los dirigentes presentes a ACTUALIDAD.
Entre los más reconocidos se observó a Susana Brime, Verónica Zallocco, Fabián Arriagada, Guillermo Aba, Pablo Castagno, Raúl Martínez, Eloy Falcón, César Julián, Miguel Alejandro González Barbieri, Graciano Corica y Sandra Moreno, entre otros.
Si bien algunos de los referentes más importantes no asistieron -Sol Fernández, Carlos Pardo, Germán Fernández, etc.- «sí lo hicieron representantes de sus espacios», aclaró la fuente.
Tampoco asistió Gilberto Alegre, hoy cercano al Frente Renovador de Massa y a Alternativa Federal que lidera Pichetto. En previo, el propio ex intendente le anticipó a este diario que no iría: «Nosotros no vamos», fue su respuesta.
«Entendemos que las políticas del neoliberalismo son nuestro «enemigo». Debemos unirnos y dejar de lado los egos de cada dirigente, de cada líder, que no deben estar por encima del bienestar del pueblo», se escuchó en el cónclave.
«Cada uno dijimos nuestra opinión de qué representa la unidad para nosotros. Buscar puntos en común, olvidar diferencias, dejar de lado los egos personales. Esto tampoco debe ser un mero amontonamiento de gente sino dejar de lado las apetencias personales y los cargos políticos en miras del bien común», aportó otro de los presentes.
Por de pronto quedaron en volver a reunirse el sábado 2 de febrero. Ahí podría comenzar a avanzar el armado de un frente común.
Todos se llevaron tarea para la casa: hablar con las bases y establecer qué tipos de acciones desarrollar, que podrían incluir un «ruidazo» a nivel local el día que se realice en otros puntos del país.