En su ciclo de 30 preguntas Daniel Provazza, nuestro Sócrates, entrevistó esta vez a Juan Cabezas, un personaje riquísimo, agudo observador de la realidad, lector empedernido y gestor de frases, ocurrencias y marcas emblemáticas como Pastas Guayaquil y Helados Gran Plaza. 30 preguntas que podrían haber sido miles. Y sus respuestas.
¿Una frase?
La única finalidad de la filosofía es justificar el vicio y la mentira con la consecuente obsecuencia.
«Haga patria, sea optimista». ¿Cómo fue eso?
En el diario La Nación salía un cuadrito humorístico. Grafograma se llamaba. Un día salió uno con un cartel en blanco que el título era «Disponible» y mi padre le mandó una carta con una fotocopia y escribió en el cartel «Haga patria, sea optimista» y se la publicaron.
¿Cómo era tu papá con vos?
No era tanto cómo era conmigo y con mis hermanos, sino cómo era con él. Ese es el ejemplo que tengo.
¿Qué heredaste de él?
Las ganas de fiesta, de siempre hacer fiesta, tirar bombas, luces.
La palabra Dios, ¿la escribís con mayúscula?
Totalmente. Todas las letras.
¿Una flor?
El clavel.
¿Cómo es tu mamá Berta?
Es una maravilla. Con 90 años está sentada en la máquina de coser y da trabajo intelectualmente, no la llevás de acá para allá.
¿Es de esas señoras que le cocinaban a los hijos?
Poco, porque estaba en el negocio siempre. Pero cuando cocinaba lo hacía muy bien.
¿De tu mamá, aprendiste a cocinar?
Aprendí a coser.
¿A qué amigos invitarías a comer un asado?
No haría un asado. Hay algunos amigos con los que comería unos fideos o unos ravioles, pero el asado me pasó.
¿Cómo se hace un pesto?
Con nueces, perejil, albahaca y se machaca, machaca, machaca, machaca. Si no tenés mortero agarrás algún recipiente chico de acero inoxidable y le das con un palito. Y aceite, no necesariamente de oliva, puede ser común.
¿Tu helado preferido?
Chocolate con almendras, cuando lo hacía mi hermano.
¿Alguna vez te dijeron ‘sos famoso Juan’?
Conocido sí, famoso no.
¿De qué equipo sos hincha?
Hincha no soy de ninguno, simpatizo con Boca y con Atlético en Villegas.
¿Cómo fue tu contacto con los libros?
Baiguera, la madre de Luis Baiguera, ya de muy chico me tiraba algún librito. Recuerdo especialmente uno, «Azabache», que era la historia de un caballo. Con eso me enganché y después empecé a leer. Tendría 6 o 7 años. Me divierte mucho y leo mucho. No soy exquisito en la lectura, agarro lo que venga. Muchas veces donde menos lo espero encuentro una frase o algo realmente interesante.
¿Un libro de cabecera y un médico de cabecera?
Un libro de Hemingway que se llama «The Nick Adams stories» (Las historias de Nick Adams). Está considerado el primer libro que escribió él cuando era muy chico. Ahí se ve que el tipo tenía capacidad para el relato. Un médico de cabecera: Fogazzi padre.
¿Qué mujer te llenó los ojos de lágrimas y el corazón de ilusiones?
Varias.
De las canciones que tienen una parte de música y otra parte de letra, ¿cuál te gusta más la música o la letra?
La mayoría de la música que escucho es en inglés así que no entiendo la letra, pero hay una canción que me la traduje, que fue muy popular en su momento, que se llama ‘La Madre de Silvia’ y tiene una letra que vale la pena.
Creciste escuchando a Bob Dylan, ¿qué sentiste cuando ganó el premio Nobel de Literatura?
No fue una gran emoción. Él es un gran músico, que pasó del folklore al rock. El músico escribe mucho sobre lo que le hace sentir la composición de la música. Si bien tiene mérito lo que escribe, el premio Nobel me parece que es para otra cosa.
¿Un avión?
El Pilatus Porter, un avión fabricado en Suiza.
¿Una anécdota relacionada con el fútbol que publicarías en un libro?
Estoy totalmente en desacuerdo con la barrera cuando hay un tiro libre porque en la mayoría de los casos el arquero la ve a la pelota cuando la tiene muy cerca y se le hace muy difícil atajarla. Otra sería poner las mangas de la camiseta con velcro, para que cuando las agarran, si le pegan el tirón, que se la saquen y que sea una falta indiscutible porque le arrancó la manga.
¿Qué podés decir del servicio militar?
A mí me gustó. La pasé bien. Era un convencido de que no lo iba a hacer, o sea que la entrada fue terrible. Hasta que no pasaron dos semanas no me convencí, pero después la pasé bien. Es una experiencia de sociabilización muy importante, más allá de que sea el servicio militar.
¿Un viaje?
He tenido la suerte de viajar bastante, pero el tiempo que pasé en México fue maravilloso.
Completá la frase: en un grupo social o laboral, mi rol suele ser el de…
Auditor.
Si la personalidad fuese una aplicación del celular y uno pudiera actualizarse, ¿qué mejoras vendrían en una nueva versión de vos mismo?
Más tranquilo, estoy mucho más tranquilo.
¿Sos tenaz o porfiado?
Soy contumaz.
¿Qué es la inspiración?
Es un regalo que viene después de mucho trabajo.
Hoy en día una de las comidas para el ego es el Me Gusta del Face, ¿si tuvieras que elegir una comida para tu ego cuál elegirías?
Unas buenas empanadas que hacen en el norte con esos hornos bien calientes.
¿Un recital o un concierto inolvidable?
Divididos, en Cemento.
¿Un momento de felicidad inolvidable?
Muchos. Todos los días hay momentos de felicidad.
¿Una bebida con alcohol y una bebida sin alcohol?
El Whisky Criadores y la Coca Cola.
Buscá una foto tuya de la infancia y con tu experiencia actual, ¿qué le recomendarías a aquel de la imagen?
Que tenga paciencia.