Médico cardiólogo, médico especialista del deporte, director del Instituto de ciencias del deporte de la Universidad Favaloro, director médico de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018. Esto es solo una parte del currículum que posee Roberto Peidró como médico. Aunque también fue futbolista profesional, desempeñándose como arquero en Independiente de Avellaneda, El Porvenir y Deportivo Morón. Su etapa como deportista es la que repasó Peidró, en una muy entretenida charla con Román Alustiza para el programa Ovación.
«Comencé jugando en Independiente, donde hice todas las inferiores desde décima hasta primera división. En el año 1971 tuve mí debut en primera como titular», comentaba Roberto sobre sus inicios en el fútbol. «Nací y me crie como hincha de Lanús. A los trece años ya me fui a Independiente y me tocó jugar tantas veces contra Lanús, que el sentimiento fue cambiando un poco. Quiero mucho a Lanús, al igual que a Independiente. También guardo un afecto especial por Deportivo Morón y El Porvenir. Son clubes a los que siempre quiero que les vaya bien», señaló.
Roberto Peidró es muy recordado en Morón, entre otras cosas por lograr un ascenso con el «Gallito» en 1980. Y también por sus grandes actuaciones en su paso por la institución, donde atajó 146 partidos y recibió 143 goles. Él mismo rememora cómo fue su llegada al «Gallo»: «Venía de una gran temporada en el Porvenir. Estuve cerca de pasar a Boca Juniors, también tuve sondeos de Rosario Central y de Lanús. Nunca tuve mucho interés de volver a jugar en la ‘A’, en ese entonces ya ejercía como médico, donde ya cursaba mi tercer año de residencia. Fue entonces cuando apareció Morón. El club se encontraba jugando la tercera categoría. Yo no quería saber nada en su momento, estaba medio lejos para la rutina diaria. Pero ellos ponían mucha plata, algo que Boca en ese momento no lo había hecho. Entonces los de el Porvenir me rogaron para que vaya, porque a ellos les servía la plata para reformar el estadio. Terminé yendo y la verdad fui muy feliz en Deportivo Morón. Supimos tener años muy lindos ahí, tuve un buen rendimiento. Esto hizo que tuviera varias ofertas, incluso para jugar en el extranjero. Pero siempre decidí quedarme».
Jugando para el «Gallo», Peidró vivió una situación un tanto insólita, en un partido frente a Banfield, donde justamente se encontraba como espectador Román Alustiza. «Ya habíamos terminado de jugar contra el Banfield del ‘Bambino’ Veira, con el cual habíamos empatado cero a cero. Yo estaba en el vestuario cambiándome de ropa, cuando aparecen a buscarme porque un señor en la tribuna de Morón le había dado un infarto. Me puse el pantaloncito del partido y me metí entre los hinchas a intentar reanimarlo. Por suerte en ese momento salió todo bien, aunque a los días me avisaron que terminó falleciendo», recordó.
En su paso por las inferiores del Rojo de Avellaneda, Roberto estableció una gran amistad con el ídolo máximo del club, Ricardo Bochini. Esta amistad perdura hasta el día de hoy. «Con el Bocha nos conocemos desde chicos por las inferiores de Independiente. Somos grandes amigos. Fui médico tanto de él, como de toda su familia. Charlamos casi todas la semanas. Fue algo muy lindo ver que el estadio de Independiente lleve su nombre. Sé que significó mucho para él», manifestó.
Roberto Peidró formó parte del cuerpo médico de la Selección Argentina de fútbol en el Mundial de Estados Unidos 1994. Aquel equipo dirigido técnicamente por Alfio Basile, que contaba con figuras rutilantes como Oscar Ruggeri, Claudio Caniggia, Gabriel Batistuta, Fernando Redondo, Diego Simeone, un jovencito Ariel Ortega y con el mejor jugador de la historia, Diego Armando Maradona. Esto fue un honor para Roberto, que relató lo vivido en esa Copa del Mundo. «Fue una muy linda experiencia. Compartir momentos con todos esos muchachos, que tenían una mentalidad ganadora impresionante. Todo fue muy bien, hasta el conocido problema que hubo con Diego. Eso golpeó al equipo, decayeron mucho. Por momentos parecían otras personas, les habían tocado la mentalidad», rememoró.
Para cerrar, Peidró describió cómo era Maradona en la intimidad del plantel. «Diego era un tipo muy gracioso, divertido y solidario con todos. La verdad que la pasamos muy bien con él. Fue un dolor muy fuerte cuando lo sacaron del torneo. Por lo que veía en los entrenamientos y por cómo se mostraban ellos teníamos, a mi gusto, el mejor equipo de ese mundial. Fue una lastima que no se pudiera dar», concluyó.