El villeguense Alfredo Daniel Caffoni habló con Actualidad de un proyecto propio que propone la plantación de cerezos sakura, buscando otras formas de recordar a los fallecidos por COVID-19.
Su primer diálogo en relación al tema se dio en junio del 2021, en una nota que le hizo Celina Fabregues. Fue allí donde el Licenciado en Psicología y especialista en duelos comunicó la importancia de hallar nuevos «dispositivos» para poder sobrellevar las pérdidas de familiares y amigos víctimas del coronavirus.
«Con Celina hablamos acerca de la pandemia y de los duelos, de la necesidad de encontrar otras maneras, teniendo en cuenta las restricciones que había en ese momento. Esa nota fue escuchada por gente de Villegas; de hecho me comentó que el presidente del Club Atlético había quedado muy conmovido», destacó Caffoni para Actualidad.
Durante la pandemia – como mencionó el tanatólogo Ricardo Péculo – permanecieron vedadas las posibilidades de realizar velatorios, que fueron reemplazados con despedidas cortas. Asimismo, las victimas del COVID-19 eran cremadas y, en algunos casos, enterradas sin posibilidad de acceso a un nicho.
«Yo perdí a mi mamá en pandemia y sé que el no poder despedirse de un ser querido es algo que genera mucha angustia, supone el desafío de tener que indagar acerca de nuevas maneras de transitar el duelo y de poder decir adiós. En este sentido, el proyecto que propongo trata sobre plantar cerezos sakura, que tienen la particularidad de ser árboles de flor y de vereda, que no requieren de muchos cuidados en relación a otros árboles», comentó.
Los cerezos sakura provienen de la cultura oriental de Japón, donde la muerte es vista como una forma de trascendencia y la importancia está en el presente, honrando cada momento de la vida. El proyecto esboza el significado de los cerezos como un símbolo de «la primavera y de florecer», a pesar del dolor de la pérdida.
«En esta perspectiva oriental, las familias se reúnen en una plaza donde están los cerezos y contemplan la caída de sus flores, las cuales tienen la particularidad de caer antes de marchitarse», informó Caffoni.
A partir de lo simbólico de la ceremonia, la iniciativa del villeguense pretende otorgar un sentido para los miembros de la comunidad, con el objetivo de que se puedan despedir de sus familiares de un modo agradable.
Inicios del proyecto
«Todo surge a partir de la pérdida de mi hija Camila, de 14 años, por causa de un cáncer. En la desesperación de la pérdida, donde uno está en shock y no sabe cómo sobrellevarlo, fue cuando apareció la idea de plantar un cerezo sakura en un Centro Integrador Comunitario (CIC) donde yo trabajaba, como una manera de salir adelante», comentó.
El primer cerezo que se plantó fue en homenaje a Camila Caffoni, está ubicado en Villa Zagala, Partido de General San Martín, convirtiéndose en un lugar de pertenencia para familiares, amigos y compañeros del colegio.
«Fue muy importante para poder salir adelante, convertir algo particular en una acción comunitaria específica en un territorio. Por eso digo que el proyecto no es mío, sino de todas las personas que creemos que la forma de poder recordar a un ser querido, e ir atravesando el duelo, es a través de un árbol. Esa es la intención que traigo a Villegas», expresó el Licenciado, quien en su trabajo de presentación de posgrado recordó las etapas del duelo y la importancia de afrontarlo en el marco de lo sucedido durante la etapa postpandemia.
Asimismo, Caffoni, ya ha realizado anteriormente otras acciones abiertas a la comunidad villeguense, a través del acompañamiento de padres adoptivos, proyecto para el que se reunió con el doctor Ferrando.
«Camila era adoptiva, entonces me interpela mucho más. En mi caso uno está dolido por la pérdida de un hijo, pero yo estoy más dolido por ella porque perdió dos familias: la nuestra y la que tuvo, la que íbamos a buscar cuando Camila cumpliera 16 años. A esa edad es cuando la ley habilita a ver el expediente judicial, pero fue algo que no pudimos hacer, por lo que con este proyecto vengo a tratar de sumar», dijo.
Del mismo modo, se refirió a su trabajo de posgrado que aborda la misma cuestión, para explicar cómo se puede transpolar la idea de ir a un cementerio -con las características que éste tiene para los niños y adolescentes- con poder realizar el mismo ritual en otro lugar.
«Los compañeros de mi hija elegían una casa y hacían una ceremonia con camelias y cerezos, acompañada por rezos. El cuidador del Cementerio de la Chacarita fue quien les dijo a los chicos que iban a ver a Camila cada aniversario, que él se iba a encargar de cuidarla. Esa intervención de él los ayudó a darse cuenta que el lugar donde está mi hija no es ahí», destacó Caffoni.
El impulsor del proyecto relató cómo a partir de ese momento se reunió con los chicos teniendo el permiso de sus padres.
«Ante una pérdida uno sale en búsqueda de encontrar sentido y es allí donde logra ayudar a otros que están en la misma situación. Hay que recordar la gente que falleció joven y todas las pérdidas que merecen una escucha activa por parte de la comunidad. Por este motivo yo propongo un espacio de respeto al que puedan ir las familias», manifestó.
Sobre el "Bosque de la memoria"
Alfredo Caffoni se expidió respecto del proyecto «Bosque de la memoria» que presentó el Frente de Todos y que fue aprobado con modificaciones por el Legislativo municipal, como una manera de honrar la memoria de los 175 vecinos del Partido de General Villegas fallecidos por COVID-19.
«Sé que hubo una presentación. En diálogo con una concejal ella me manifestó que no sabía de este proyecto. Con Celina avanzamos lentamente con el nuestro, porque cuando lo pensamos estábamos en pandemia y queríamos que la propuesta sea compartida con los familiares que perdieron a alguien durante ese proceso. Yo creo que no hay que imponer nada, sino consensuar, sobre todo el tema del nombre, el lugar y la cantidad de árboles», dijo el profesional.
Asimismo, destacó que su proyecto tiene la particularidad de ir acompañando procesos donde, según él, la importancia está en el consenso con los familiares, la escucha de sus propuestas y experiencias. «Después de todo, no tiene nada que ver con lo político sino con lo comunitario», sostuvo.
En este sentido, mencionó haber hablado con la concejal del FdT Susana Brime. «Ella desconocía que estaban haciendo algo similar (en referencia al ‘Bosque de la memoria’).El proyecto de los cerezos fue registrado en la Dirección Nacional del Derecho de Autor (DNDA) en diciembre del 2021, es probable que al avanzar lentamente haya quedado un poco atrás a nivel temporal, pero pienso que no podemos hacer un tributo durante la pandemia. Por eso esta presentación que ha sido comunicada a la Municipalidad, a mi entender, es precipitada».
«Brime estuvo de acuerdo con mi fundamentación; el tema es que no nos encontramos antes», expresó; al tiempo que dio su opinión respecto a la denominación ‘Bosque de la memoria’. «Habría que repensar el nombre. De igual forma es un detalle, porque lo más importante es generar un espacio de comunión y acercamiento a las familias», dijo.
El Licenciado acordó, a través de Karina Lombardo, la posibilidad de poder tener contacto con varios familiares a través de la plataforma Zoom para conocer sus perspectivas, por lo que el proyecto se mantiene a consideración de la comunidad.
«Es algo que hago por mi hija y que traslado de lo personal a lo profesional y, desde allí, a lo comunitario», expresó.
Sobre Alfredo Daniel Caffoni
Se recibió de Lic. en Psicología en 1987 en la Universidad John F. Kennedy de Buenos Aires y trabaja en la Secretaría Nacional de Niños, Adolescentes y Familia (SENAF) -antes Concejo del Menor y la Familia-
«Hoy trabajo en el Programa ‘Acompañamiento para Jóvenes, Adolescentes y vínculos parentales’ dentro de lo que es la SENAF, que capacita a referentes acá en Villegas y que le propone un proyecto autónomo a chicos de 13 años, siempre y cuando haya consentimiento informado con acompañamiento de un referente», explicó.
Asimismo, realizó un Curso de Posgrado sobre Duelos en Adultos, Niños y Adolescente, estudió la especialización en Adopción en la Universidad John F. Kennedy; y en la actualidad se encuentra interesado en realizar una conexión institucional entre la SENAF y la Municipalidad de General Villegas.
«También estoy en contacto con la gente de Renacer y del municipio, con la Secretaria de Gobierno, Alicia Laino. Sería muy interesante el poder traer las semillas y que se pueda dar un trabajo en conjunto», dijo.
«Hay que pensar en lo posterior, porque todo no termina con la muerte de la persona y éste proyecto propone una continuidad. Lo importante es hacer cosas en relación a ese acompañamiento. Yo no quiero ser un simple espectador, por eso me parece relevante estar presente, pero siempre a través del consenso con los demás», finalizó.