Alejo Ponzi, volante polifuncional de Santa Rita, fue intervenido este lunes a causa de su lesión, la peor que puede sufrir un futbolista: rotura de meniscos y ligamento cruzado.
El joven de 23 años se lesionó en un entrenamiento, disputando una pelota contra su primo Abel Ponzi.
«El técnico (Ariel Gerez) hizo una mezcla entre primera y tercera para que salga lindo el partido. El entrenamiento estaba medio picado, íbamos medio fuerte, se había puesto lindo. Justo queda una pelota dividida y fuimos con mi primo Abel, que estábamos jugando en contra. Calzamos la pelota y sentí el ruido. Se me dobló la rodilla para adentro. Me quedé tirado. Mi primo Ariel vino y me dijo ‘levantáte y no apoyés la pierna’, pero yo no podía moverme. Estaba asustado y me dolía la pierna un montón», le comentó Alejo a OVACIÓN.
Tras lesionarse comenzó su peregrinar por hospitales y consultorios hasta que finalmente lo intervinieron.
«Me llevaron al Hospital de Villegas, me dieron calmantes y me enyesaron. Hice una resonancia en Trenque Lauquen. Fuimos a un traumatólogo, también de Trenque Lauquen. Me miró la pierna y me dijo que estaban los meniscos rotos y que un ligamento cruzado estaba cortado. Los tornillos tardaron en llegar y se retrasaron como 15 días. Este lunes me llamaron para operarme», describió Ponzi.
«Me dijeron que la operación es importante, pero que la recuperación es importantísima y que tenés que seguirla al pie de la letra para no cometer ningún error y volver lo antes posible. Si bien este año no creo que se pueda jugar por lo menos quiero recuperarme bien. Voy a arrancar la recuperación, consciente de que hay que hacerla bien para que quede bien la pierna», concluyó.
Seguramente este año -que pinta ser igual que el 2020 en cuanto a la competencia deportiva- le sirva a Alejo para recuperarse, fortalecer esa pierna y estar listo para cuando el Lobo lo necesite.
