Se acabaron las explicaciones, las excusas y las quejas por la mala suerte, las lesiones, los fallos de los árbitros y los imponderables. Acá se gana o se marcha.
Se llama Octogonal y se disfraza de bueno, porque te da la chance grande de arreglar en un mes lo que no pudiste en casi un año de fútbol. Pero en realidad es severo e implacable: te equivocas una vez y te manda a casa hasta el año que viene.
Los ocho van por todo pero hay uno que lo hará en la más absoluta calma y tranquilidad. La ansiedad no invade a Eclipse por estos días, ya que ganó Apertura y Clausura y espera a todos en la final.
El resto ve las cosas con otros cristales, sabiendo que en una semana cuatro de ellos pueden estar tan eliminados como ya lo están Cosmopolita, Charlone, Círculo Italiano y Sportivo.
El otro equipo que está en paz es Ovación, el deportivo de Diario y Radio Actualidad. Pasero, Alustiza, De Brasi, Mutuberría, Mario y Manuela Gómez, Eliceche, Sepúlveda, Piacenza, Moraglio, Ghigliano, San Miguel, Miranda y tantos otros que cada domingo se ponen su camiseta para informar al futbolero. Un equipo que sale de memoria.
Ovación va al 11 de Mayo, el prolijo estadio de Fútbol Club Bunge, que se ha hecho fuerte en más de un Octogonal, ganándolo para después quedarse con el anual. Ojo con el Tambero, que tiene goles para todos aunque también los sufre en su arco.
Su invitado es quizás el menos deseado de los rivales. Ya lo dijo Matías Fraile en la semana: «Santa Rita es el mejor», reconoció el DT. Salvo Griffa Pineda lleva a todos sus muchachos. El Lobo, tan picante en ataque como Bunge, pero con una mayor solidez defensiva.
Este es el gran partido de la fecha y no extrañaría que de ellos salga el finalista de su llave, que también integran Sarmiento y Juventud, dispuestos a romper esa teoría.
El fortinero de Ameghino y la Juve de Banderaló. Sarmiento que no dio la talla en todo el año y se comió las ilusiones de Rubén Peracca, el entrenador que como jugador fue campeón con el Boca de Alfredo Di Stéfano pero debió marcharse por no encontrar los resultados esperados. El fútbol tiene esas cosas.
Al Nuevo Fortín llega Juventud Unida, que peleó el Apertura hasta el último minuto del desempate. Un equipo duro por demás en defensa, con dos centrales temibles momo Griffa y Roberto Abbiatti, volantes de buen pie como Santiago Cuenca y Rosales y un delantero de peso y gol como Maxi Antonelli.
En Florentino Ameghino habrá dos partidos esta tarde. En Villegas ninguno, dirá el lector. Sí, son los caprichos del Octogonal. Ya le dijimos que es implacable.
El Atlético local, el Naranja, al que los villeguenses le decimos Ameghino a secas, va por el bicampeón. Eclipse llega con la inercia ganadora que lo acompaña desde enero y no se le cruza tropezar justo ahora. Aún sin Garrote, Falcón y las dudas generadas por la lesión que sufrió Marcos Martín el último domingo.
El Ameghino de Rubén Darío Piaggio se la va a jugar esta tarde. Llega descansado, completo e ilusionado. Es hoy. Si la Maquinita se le escapa se le hará muy difícil en la vuelta en Villegas.
El cuarto partido de la serie se jugará en Banderaló. Ingeniero, de comienzo muy flojo y renacer espectacular, terminó abrochando una clasificación angustiante y casi la redondea ganando el Clausura.
Su rival, Atlético, no le encontró la vuelta a la temporada. Le hacen pocos goles pero no tiene la potencia ofensiva necesaria para ganar los partidos que debía ganar. Se le escapó de las manos el Apertura dejando puntos en Blaquier y las lesiones de Galli y Bazán lo jaquearon. Pero sabe cómo jugar este tipo de torneo y tiene con qué: Ferela, Piñero, Barrios, Nahuel Alvarez, el Pato Delgado? gente ideal para partidos de 180 minutos, donde el que duerme es velado en la misma cancha.
El Octogonal, el torneo que no se parece a ninguno. Eclipse, Ameghino, Santa Rita, Bunge, Sarmiento, Juventud, Ingeniero y Atlético. El que lo sepa, lo asuma o lo entienda será el campeón. El que se quede en modo Apertura o Clausura se despedirá prematuramente.