Fue en horas de la madrugada. Los ladrones ingresaron al terreno por la entrada del patio, que da a la calle Güemes. Ahí había un portón que fue sacado para su arreglo pero aún no fue repuesto.
Ya en su interior entraron a la escuela por las ventanas del comedor. «Todos los años, en cada receso de verano nos pasa esto», lamentó Graciela Bertaina, directora del establecimiento.
«Revolvieron todo, tiraron comida… hay hamburguesas tiradas por todos lados. También intentaron cocinarse, porque dejaron una pre pizza en horno y una horma de queso arriba del freezer.»
El hecho fue advertido por la secretaria Alicia Magdaleno y la cocinera Jorgelina Patterer cuando se presentaron a trabajar y denunciado de inmediato en sede policial.
«También había fiambre porque hoy había una bicicletada de la Escuela de Verano, pero lo metieron en freezer y no se pudieron hacer los sandwich. También fueron al tablero de llaves, pero no supieron ubicarse para abrir cada dependencia y las terminaron tirando. Y del kiosco lo mismo, tiraron los turrones. Yo creo que se trató de chicos jovenes», evaluó la directora.