El partido de General Villegas no fue la excepción en la aplastante ola de calor que por estas horas afecta a buena parte del país.
En su pico máximo la temperatura orilló los 39 grados y la sensación térmica superó holgadamente los 40. No hubo ventilador ni aire acondicionado que diera abasto ante tanta exigencia.
Pero siempre se puede estar peor. Los agoreros del clima vaticinan varias jornadas más antes que una brisa fresca comience a soplar y permita dormir de corrido por las noches.
Una ola de calor se define como un período excesivamente cálido en el cual las temperaturas máximas y mínimas superan, por lo menos durante tres días consecutivos y en forma simultánea, ciertos valores que dependen de cada localidad. Eso es lo que evalúan desde el Servicio Meteorológico Nacional para emitir las alertas que prevengan a la población de posibles riesgos para su salud.
Cómo cuidar la salud ante una ola de calor
Para evitar el golpe de calor es clave reconocer la necesidad de mantenerse hidratado.
Por golpe de calor se entiende un cuadro de deshidratación generalizada cuyos síntomas son similares en todas las personas: sed, dolor de cabeza, sensación de tener la boca pastosa y sudar en exceso. Este malestar puede aparecer al momento o después de algunos días de altas temperaturas.
«Existen dos grupos de riesgo más propensos a sufrir golpes de calor: los ancianos y los niños. A medida que aumenta la edad, las personas se vuelven menos susceptibles a regular la temperatura, sufren períodos de hipotermia durante el invierno y tienen problemas con el calor en verano. Asimismo los bebés presentan síntomas de deshidratación muy similares, suelen estar tranquilos, con una baja en su actividad normal, se quedan dormidos, pierden la iniciativa y tienden a no comer ni llorar», sostuvo Roberto Fayanás, jefe del Programa de Medicina Interna General del Hospital de Clínicas.
Consejos para evitar golpes de calor:
– No esperar a sentir sed: esta sensación es un mecanismo tardío del organismo para recuperar el líquido corporal. Es importante beber agua durante todo el día para no llegar a esta instancia.
– En caso de hacer actividad física es conveniente beber más: lo ideal es sumar medio litro antes y después del ejercicio y beber cada 10 y 15 minutos durante el proceso.
– Acompañar todas las comidas con agua: ayudará a llegar a la cantidad recomendada.
– Refrescarse con agua fría: ante la sensación de calor se recomienda humedecer las muñecas y la nuca. En estas zonas pasan venas y arterias que refrescarán la sangre en circulación, generando alivio y frescura.
– Ayudamemoria: es importante beber a conciencia agua. Para quienes no tienen el hábito existen aplicaciones para el celular que ayudan a recordar su ingesta, o incluso pueden usarse alarmas tradicionales.
– Consumir frutas y verduras: son ricas en agua, vitaminas y minerales y su consumo sirve para mantenerse hidratado o rehidratarse.