Walter Marello, presidente de la Cooperativa Eléctrica de Cañada Seca, fue entrevistado en el programa «¿De qué se habla?» e hizo referencia a las interrupciones programadas en el servicio de energía eléctrica que sufrieron los pueblos del norte del distrito en las últimas jornadas.
«Nosotros en Cañada Seca podemos recibir tanto de la líneas de EDEN General Villegas como de la línea de la EPE de Rufino. El pueblo es punta de línea, junto con Villa Saboya y Santa Regina. Cuando recibimos la luz de Rufino aliviamos la zona de Villegas, pero hay veces que está cargada la línea de Rufino y nos conectamos a la línea de Villegas. Ahí complicamos la situación. La crisis que nos afecta es por un transformador que está en la estación transformadora de Villegas. De ese transformador no depende la ciudad cabecera, ni Tres Algarrobos, ni Banderaló, ni Sauze; de ese transformador recibimos Piedritas, Santa Eleodora, y todos los pueblos del norte», comentó Marello.
Ante los inconvenientes que presentaban ambas líneas (Villegas y Rufino) las cooperativas decidieron programar cortes de energía para no saturar el sistema. «A veces los cortes no son necesarios. Pero cuando el amperaje está al límite mandamos el corte que le corresponde a esa hora», afirmó.
Marello remarcó que «la alta temperatura ambiental no ayuda al sistema de energía», y que «para evitar estos inconvenientes alguna vez habrá que hacer las inversiones correspondientes».
Y agregó: «No depende de las Cooperativas hacer algo para que llegue más energía. Las Cooperativas son distribuidores de energía, distribuimos en el pueblo. Las cooperativas son responsables si se cae un palo en el pueblo o si se salta un fusible, pero la cantidad de energía que viene no la podemos controlar nosotros. Por eso tramitamos ese parque solar, pero tuvimos mucha mala suerte. Eso está todo listo, faltan los paneles, la empresa que lo realizó no cumplió con lo estipulado y el Estado provincial la echó. Se iba a licitar en diciembre y no se licitó. Creo que se va a licitar en febrero para terminarlo. Eso nos aliviaría a todos los pueblos, porque esa energía se inyecta a la línea y favorece a todos los pueblos interconectados».
Por último, Marello agradeció a la firma Remotti que, en el peor momento de crisis energética, encendieron el grupo electrógeno para evitar la sobrecarga del sistema. «Ellos consumen 20 amperes, que es como 5 o 6 pueblos de los chicos», concluyó Marello.