El empresario de la carne Alberto Samid fue detenido ayer en Belice, un territorio de la Corona Británica en Centroamérica, por agentes policiales y por orden de Interpol, que el viernes había emitido una alerta roja a pedido de la Justicia argentina.
El jefe de gabinete del ministerio de Seguridad, Gerardo Milman, confirmó la información y reveló que el prófugo se fue primero a Paraguay, luego a Panamá y de ahí pasó a Belice.
En declaraciones al canal de noticias TN, Samid había dicho que estaba en una provincia argentina y no en el Caribe, donde lo ubicaban diversas versiones. «No voy a entregarme para ir a tomar agua podrida a la cárcel de Ezeiza, yo vi cómo Cristóbal López ahora no tiene 60, tiene 90 años», apuntó entonces. Además, dijo que «cuando se presente (el fiscal Carlos) Stornelli, me presento yo».
Algunos especulaban con que Samid estaba en un campo -que sería de su propiedad- de La Pampa, próximo a Colonia Barón, denominado «La Lonja». Varios medios regionales y nacionales se habían hecho eco de estos trascendidos, pero con la detención de ayer se comprobó que se trataba de versiones infundadas.
Samid es juzgado en el país junto a otras nueve personas, todas sospechadas de integrar una asociación ilícita cuyo objetivo era apropiarse de los tributos que debían pagar al Estado, según la acusación de la fiscal María del Carmen Rogliano.
Dueño de la cadena de carnicerías «La Lonja» y de los locales de comida rápida «MacRey», en el área metropolitana de Buenos Aires, según la acusación el empresario retenía el IVA, que nunca era tributado.
Además, se dedicaba a la faena y comercialización de hacienda en negro abasteciendo al mercado interno y evadiendo las tasas correspondientes, por lo que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) fue denunciante y es querellante en el juicio oral.
