Héctor «Toty» Flores -dirigente social, diputado nacional, principal referente y uno de los fundadores de La Cooperativa «La Juanita» de La Matanza- junto a Mariano Álvarez -doctor en Ciencias Políticas- presentaron el libro «El Milagro de La Juanita» ayer en la sede de la Sociedad Rural de General Villegas.
El presidente de la Sociedad Rural, Guillermo Chapado, se dio el gusto en el marco del centenario de la entidad rural: traer a «Toty» Flores para contar la experiencia de La Juanita.
«Las cooperativas dan respuesta a la problemática de la pobreza que afecta a millones de argentinos. Son herramientas para producir un país que nos incluya a todos». De esta forma Mariano Álvarez, autor del libro, presentó una obra que aborda la experiencia de La Cooperativa La Juanita como un modelo exitoso para generar oportunidades de trabajo y de educación para gente que estaba excluida o que estaba atravesada por la problemática de la pobreza estructural de nuestro país.
Álvarez es de La Matanza, de Laferrere, pero desconocía todo lo que se hacía en La Juanita. Fue invitado por una de las hijas de «Toty» Flores y desde esa vez ya no se alejó más de la Cooperativa.
«Lo que me motivó a escribir el libro fue tratar de contar lo que sucedió en La Juanita, los emprendimientos y las historias de vida, para de alguna manera ayudar a contagiar lo que llamamos ‘el milagro de La Juanita’ a los efectos de que pueda ser una guía útil para reproducir lo que sucedió en La Matanza a otros barrios pobres de la Argentina. Ese vendría a ser el objetivo del libro: mostrar lo que sucedió, pero también convocar a que otras organizaciones sociales, otros sectores sociales que se quieran involucrar para promover proyectos vean en el libro una guía», remarcó Álvarez.
Tanto el autor del libro como el propio «Toty» Flores subrayaron algo que ellos consideran fundamental: la necesidad de dejar de lado los prejuicios para que los proyectos puedan involucrar a la mayor cantidad de gente posible y así ser exitosos.
«Personas de distintos sectores se reúnen en La Juanita para promover proyectos comunes que le den oportunidades de trabajo a gente excluida. Un ejemplo es el call center del Banco Río que da trabajo a 80 personas del barrio. El presidente del Banco Río apostó al proyecto y le reditúa buenos resultados. Ese call center es uno de los que mejores resultados da en el país, y todo con personas que si fueran a buscar trabajo al mercado privado los excluirían porque les falta estudios, porque tienen enfermedades crónicas o porque padecen lo que padecen las personas de barrios marginados. Esas personas hubiesen sido excluidas del mercado laboral. En la cooperativa encuentran un lugar para trabajar», sostuvieron.
Para Álvarez el milagro de La Juanita se reduce en el origen de la emblemática cooperativa: «En el 2001, un grupo de desocupados dijeron que no iban a aceptar los planes sociales, porque esos planes implicaban el clientelismo político. Prefirieron no tener para comer antes que entregar su dignidad. Decidieron generar sus propios emprendimientos. Salieron en búsqueda de socios, y ahí encontraron gente muy valiosa de otros sectores sociales como Maru Botana, como Oscar Alvarado, como Martín Churba y más recientemente Juan José Campanella que, sin padecer la problemática de la pobreza en carne propia, quisieron apostar a este emprendimiento», dijo.
«La de La Juanita es una historia de superación que da resultados, que le da trabajo a la gente en el barrio, que fue llevada adelante por excluidos sociales sin la ayuda del Estado durante 10 años. Así y todo lograron fundar un jardín de infantes, exportaron guardapolvos, la panadería vendió 17 mil kilos de pan dulce en el último año. Esta es una forma de organización social que, sin la ayuda del Estado, fue llevada a cabo por un grupo de desocupados. En la cooperativa La Juanita se encontraron soluciones concretas para la problemática de la pobreza. Lo que queremos es replicar eso en otros barrios y se multiplique para lograr resultados similares. Eso no va a terminar por resolver el problema de la pobreza estructural en Argentina pero va a ayudar a generar miles de oportunidades que den soluciones concretas y reales», agregó
La Juanita: pionera de un cambio cultural
«Los cambios culturales no son fáciles. Hay que contagiar a muchas más personas de que es posible este camino. No es fácil en un barrio pobre explicar que hay un camino más allá del plan social. No es porque la gente no quiera trabajar, sino porque la clase política ha bajado esa idea. La Juanita es un mojón de cambio cultural. Es importante que ese cambio cultural logre a convencer a millones. Entonces sí vamos a poder derrotar la pobreza estructural e ir en camino a una sociedad con igualdad de oportunidades. Hoy la cultura argentina es verticalista, del asistencialismo. Así lo han querido los políticos. Cambiar eso va a requerir de un milagro, que no es una intervención Divina, es un convencimiento, un cambio de actitud al interior de cada uno de nosotros para decidirnos a hacer algo distinto. Eso es lo que hicieron los cooperativistas en el 2001, cuando rechazaron los planes sociales. Esa decisión de ir por el lugar no esperado es el concepto de milagro», concluyeron.