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miércoles, diciembre 11, 2024
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Martín Rubiños volvió al gol cuando su equipo más lo necesitaba

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La llama de la pasión por los colores azul y rojo se mantiene encendida en Banderaló. Siempre es un acontecimiento en el pueblo el clásico entre Juventud Unida e ingeniero White.

Nosotros saludamos y festejamos que así sea. Otra jornada de domingo donde el fútbol se llevó todas las miradas.

La alegría por un lado, la tristeza por el otro, son las reglas de juego que todos aceptamos.

El local se tomó revancha de lo que había ocurrido en el primer cruce del año, ya que en el Torneo Apertura el Rojo lo había derrotado 3 a 1. Llegó la hora del desquite, y ahora la victoria fue de la Juve que festejó ruidosamente la conquista. No era para menos.

Como siemprem una interesante concurrencia se dio cita en el “30 de Abril”. Nadie quería estar ausente, el evento así lo ameritaba.

Después todos inflaron el pecho, yo fui protagonista…algunos adentro, deleitándonos con su juego, cientos afuera, alentando, gozando, sufriendo…

Una vez más este fútbol chacarero, tan nuestro, que tanto nos identifica y nos enorgullece nos dio una auténtica muestra de caballerosidad deportiva. Para el aplauso, en estos tiempos modernos donde el respeto y la educación parecen no ser moneda corriente.

Esas benditas urgencias, las necesidades de triunfo, eran patrimonio de los dos. Llegaba mucho mejor Ingeniero, encaramado entre los punteros del Clausura con una importante levantada futbolística. Juventud todavía no había conocido el halago de la victoria en esta segunda parte del año.

Pero cuando suena el silbato y llega la hora de la verdad, en un clásico todo queda de lado. Los antecedentes previos, los pronósticos. Todo.

Y como será la cuestión que el que parecía era punto se convirtió en banca. El partido fue de menor a mayor, se fue armando a medida que transcurrían los minutos.

Pensábamos, salen con todo, ponen toda la carne en el asador de entrada, pero no fue así.

Lo mejor se vio en el segundo período, en el inicio fue todo mas tranquilo, es cierto que había buenas intenciones, insinuaban pero  poco concretaban.

Un cabezazo de Iturri por un lado, un tiro libre de Martino por el otro. Se prestaban la pelota, algunas imprecisiones en las entregas.

Ambos conjuntos fallaban en la definición. Viñales dilapidaba una chance para la Juve, Bonino lo imitaba en el rojo.

Mariano Díaz un baluarte en la ultima línea visitante, Diego Mangini por derecha y Soria por izquierda no solo acertaban en la marca sino se proyectaban con criterio por el lado del local.

Se luchaba en la mitad de la cancha, con la frescura y la entrega de Cuenca contra la experiencia y el oficio de Martino.

No había un juego atildado, muchos menos brillante de ninguno de los dos pero el esfuerzo y la voluntad de ambos suplía la falta de creatividad e ingenio en ambos equipos.

Hasta que el goleador Viñales se vistió de asistidor, le puso un gran pase a Rubiños, el delantero encaró con convicción, trataron de desestabilizarlo pero alcanzó a puntear el balón ante el achique del arquero Aicardi, convirtiendo el primer gol de la tarde, 1 a 0.

Por momentos se adueñaba del trámite del partido el Rojo, salió en búsqueda de la igualdad, pero carecía de claridad y fallaba en la definición.

Juventud era mas práctico, ya que con menor volumen de juego lograba más. Incluso estuvo muy cerca aumentar el marcador cuando Rubiños le devolvió gentilezas a Viñales, le cedió la pelota, parecía llegaba la segunda conquista local pero increíblemente el hombre de Lincoln remató débil y el balón terminó en las manos de Aicardi.

El segundo período fue intensamente disputado, y se lo vio mejor a Juventud en el inicio, donde Rubiños inquietó con un buen disparo de derecha.

Respondió Julián Scarola con un remate que no tuvo consecuencias. Apareció en escena Gritta, se animó desde lejos, sacó un fortísimo derechazo  pero el arquero Aicardi sorprendido alcanzó a desviar el balón al córner.

Sosa, que había sustituido a Bonino, la tiró  a las nubes. Sandro Becerra reemplazó a López. Veloz corrida por derecha, en la primera pelota que tocó, para enviar un magnífico disparo cruzado, lo alcanzó a desviar Aicardi pero el olfato de gol y oportunismo de Rubiños terminaron en la segunda conquista azul, 2 a 0.

No se hizo esperar la reacción del rojo, dos minutos después, córner desde la izquierda, la peinó Herrera en el primer palo, anticipándose a todos y descontó para Ingeniero, 2 a 1.

La emoción e incertidumbre invadía a todos. La visita se ponía a tiro del empate. El clásico estaba al rojo vivo, quedaban muchos minutos por jugar.

Se hizo de ida y vuelta. En un momento parecía qu lo liquidaba Juventud, en otro daba la sensación que lo empataba Ingeniero. Una caldera a punto de estallar…

El gol rondaba los dos arcos, tuvo el tercero Viñales pero no pudo concretarlo.

Agigantaba su figura en el arco en cada centro Sebastián Mangini. Se lo veía muy seguro.

Tuvo la igualdad Altamirano, pero el delantero parece estar enemistado con la red. El providencial rechazo de Soria salvó al local.

En los últimos minutos no se pudo modificar el marcador pese al esfuerzo de unos y otros.

Acertado arbitraje de Iván Ramonda de General Pico.

Ingeniero cedió terreno en el Clausura, tuvo un paso en falso, detuvo su carrera ascendente, pero seguramente su lucha continuara no solo el segundo torneo sino también pugnando por ingresar al octogonal final (hoy está afuera).

Juventud se dio un gran gusto, volvió al triunfo después de mucho tiempo, en un partido muy especial. La motivación y el envión anímico puede ser clave para lo que viene. Lo estaba necesitando el equipo que dirige José “Tacán” López.

                                                                                   Román Gregorio Alustiza

 

Juventud 2 (Martín Rubiños -2-)

Sebastián Mangini, Luciano Gritta, Juan Soria, Diego Mangini, Santiago Cuenca, Andrés Díaz, Maximiliano Díaz, Martín López,  Martín Viñales, Martín Rubiños y Tomás Iturri. DT: José López

Suplentes: Sandro Becerra, Lautaro Peralta, Iván Cufré y Sebastián Ocampos,

Cambios: Sandro Becerra por Martín López, Lautaro Peralta por Maximiliano Díaz e Iván Cufré por Andrés Díaz.

 

Ingeniero 1 (Antonio Herrera)

Franco Aicardi, Mariano Díaz, Daniel Cortina, Antonio Herrera, Pablo Scarola, Maximiliano Miranda, Agustín Becerra, Rubén Martino, Facundo Bonino, Julián Scarola y Ariel Altamirano. DT: Esteban Aued.

Suplentes: Diego Ustari, Cristian Becerra, Carlos Llamos, Gonzalo Sosa y Marcelo Arruabarrena.

Cambios: Carlos Llamos por Rubén Martino, Gonzalo Sosa por Facundo Bonino y Marcelo Arruabarrena por Daniel Cortina.

 

Arbitro: Iván Ramonda

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