Lo dijo Gastón Arribas, de la Cooperadora de la Escuela N° 1, a poco de dar por terminado el evento anual del establecimiento educativo
La Escuela N° 1 realizó ayer su tradicional remate en el SUM del establecimiento educativo, al que se pudo acceder por la calle San Martín y también por Arenales.
Escritorios, sillones, armarios, instrumentos musicales, herramientas y aberturas, entre otros, fue lo disponible durante la jornada para todos los interesados que concurrieron con la intención de participar o simplemente observar.
También hubo un espacio al que denominaron Feria Americana, con cosas de menor valor que no participaron del remate, sino que se hizo la venta directa de ellas.
El primero en rematar fue Martín Recalde; y lo primero que se llevaron fue una salamandra. Luego también fueron parte los rematadores Roberto Erro y Pablo Castagno.
Hubo además servicio de cantina, a cargo de la Cooperadora de la Escuela. Es que todo sirve a la hora de trabajar y recaudar fondos, en este caso para la renovación de pisos del establecimiento educativo.
Incluso ayer quien ingresara por la puerta principal de la institución podía ver los mosaicos que ya fueron comprados para la obra.
«Este es el evento social del año para nosotros. Estamos contentos. Si bien no hubo gran cantidad de gente y las ventas no fueron muchas, logramos recaudar dinero. Era algo que preveíamos dada la situación económica actual», comentó Arribas a última hora de la tarde de ayer; al tiempo que manifestó que «los números concretos se tendrán con el correr de las horas».