«Es un mensaje para los jóvenes que perdieron la esperanza», nos dice la doctora Mónica Baragiotta, quien inicia hoy un ciclo mensual donde irá dejando mensajes sobre diferentes temas, relacionándolos con su historia de vida.
Mónica tiene Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y está en una etapa de entrenamiento con dispositivo ocular Irisbond, lo cual mejorará su comunicación. El Irisbond es un sistema que nos permite comunicarnos mediante el control del ordenador con la mirada.
Se ha planteado además «este lindo objetivo para seguir entrenándose con el lector ocular y sentirse bien dejando algo de ella plasmado», agregó su terapeuta, Alejandra González.
«Yo nací en un hogar muy humilde ubicado en calle Azcuénaga 378. No teníamos más calefacción que un simple calentador a kerosene. El baño afuera y un comedor de techo de chapa que cuando las heladas eran muy importantes caían gotas y era imposible permanecer allí. Mi padre se levantaba muy temprano a calentar el agua que luego ponía en una palangana para que yo me higienizara antes de irme al colegio. Cursé mi primaria en la Escuela 3 y la secundaria en el Colegio Nacional.
Mi padre era jubilado como cocinero del hospital y mi madre trabajaba como empleada doméstica (en esos años le llamaban sirvienta).
Eso sí, JAMÁS FALTO UN BUEN Y ABUNDANTE PLATO DE COMIDA EN NUESTRA MESA.
Agradezco a mis padres porque gracias a ellos aprendí el significado de la palabra SOLIDARIDAD, porque a pesar de nuestra pobreza, persona que llegaba a casa siempre tenía un plato de comida en nuestra mesa. Cuando terminé la secundaria logre que la Municipalidad me otorgara una beca.
En 1975 instalada en una pensión en La Plata comienzo con el curso de ingreso, aprobado el mismo ya estaba en condiciones de comenzar mi carrera
Viaje a Villegas a pasar las fiestas y vacaciones con mi familia y falleció mi padre, en ese momento sentí derrumbarse mis proyectos.
No obstante, en 1976 regreso a La Plata y logro conseguir un trabajo que me permitió continuar con mi sueño, esto implicó abandonar la carrera pero siempre con la idea de retomar ni bien consiguiera un trabajo de horario corrido que me permitiera cursar.
Así fue que con la ayuda de Dios me presenté a una entrevista en un sindicato y a la semana me llamaron para comenzar, renuncié al trabajo anterior, en muy buenos términos, y comenzó mi nueva etapa, con un mejor sueldo que me permitió mejorar mi calidad de vida.
Al poco tiempo de haber comenzado con este trabajo me llaman del mismo sindicato pero de Capital Federal para desempeñar el cargo de secretaria de la junta normalizadora, veníamos de un gobierno militar que había intervenido el sindicato.
Allí reinicié mi carrera, logré recibirme y hoy con mucho orgullo puedo decir: me recibí de abogada, CUMPLI MI SUEÑO.»
Mónica Silvia Baragiotta
D.N.I: 12.567.076