Carina Arduino habló con ACTUALIDAD luego de realizar una nueva peregrinación a pie a Luján en representación de la Parroquia «Nuestra Señora del Carmen», junto al grupo local que la acompañó
Son varios los villeguenses que participaron de una nueva edición de la peregrinación a pie a Luján. Muchos lo hicieron en forma particular, juntándose con amigos o peregrinos de otros años; y otros repiten o debutan en la experiencia junto al grupo que lo hace en representación de la Parroquia «Nuestra Señora del Carmen».
«Llegamos todos cansados pero muy contentos. Fue una hermosa peregrinación, donde nos apoyaron muchos con la oración y con mensajes. Ninguno tuvo que abandonar la peregrinación, llegamos todos juntos», comentó Carina en diálogo con ACTUALIDAD.
Destacó que en esta ocasión fue muy especial «porque reinó la alegría desde el principio en el grupo; y cuando eso pasa todo se ve y se vive diferente».
Si tuviera que resumirla en pocas palabras, habló de «unidad, porque eso fue lo que reinó, la comunión de todos los que caminaban junto al grupo de apoyo que nos atiende en cada parada; alegría; y fortaleza, que fue lo que nos mantuvo firmes en el caminar. Así se vivió este año».
La novedad esta vez fue la presencia en la misa del domingo, ya que tradicionalmente los peregrinos de la Parroquia no se quedaban en Luján para la ceremonia. Esta vez sí, aunque no todos.
«Realmente teníamos mucho cansancio. Apenas llegamos fuimos todos a la Basílica a entregar las intenciones que llevamos, saludamos a la Virgen, agradecimos y luego los que podían se quedaban; y el resto fue directo al micro a descansar. Este año quedamos muy alejados de la Basílica, pero ya para el año que viene vamos a tratar de estar más cerca con el transporte», sostuvo al respecto.
Carina destacó la labor que realiza el grupo de apoyo. «Nosotros hacemos un esfuerzo muy grande físicamente, pero hay otro muy grande que hacen ellos. Quienes lo integran no caminan pero están en forma continua rezando por nosotros, están con todo listo en cada parada para que podamos alimentarnos en tiempo y forma, las palanganas con agua, los baños, nos curan los pies, nos miman, vienen al encuentro nuestro y nos dan fuerza y ánimo. Es la palanca fundamental de cada peregrinación, porque si no lo tuviéramos sería muy difícil caminar. No están continuamente expuestos, pero son los que trabajan y mucho».
Un total de 59 fueron los fieles que hicieron la peregrinación en nombre de la Parroquia «Nuestra Señora del Carmen»; y 12 fueron parte del grupo de apoyo. «Quedó alegría en los corazones de todos. Es un regalo que la Virgen nos ha dado a todos el de poder vivir una experiencia tan linda. Dejando de lado el cansancio, es mucha más la gratificación que tenemos en el alma, en lo espiritual. Entregamos todo a nuestra Madre y ella lleva todo a Jesús».