Jorge Rodríguez, comerciante de barrio FONAVI II casa 17, sufrió un robo en su kiosco-despensa «Cuchi cu-cu». El hecho ocurrió el pasado domingo 13, entre las 18.30 y las 18.45 horas.
Dos personas le sustrajeron una caja de vino (que dentro tenía 6 unidades). La modalidad fue muy similar a la empleada en otros comercios y despensas: uno ingresa, manotea algo y sale corriendo. El otro lo aguarda afuera, haciendo de campana.
Según el propio damnificado, los ladrones no tendrían más de 20 o 25 años.
«No es lo que se llevaron, es el mal momento que te hacen pasar. En el barrio nos conocemos todos. Esa gente que entró para mi habían venido temprano y se llevaron unas cajitas de vino. No les alcanzaba la plata y se las di igual. Eso fue a la mañana. Se ve que han mirado cómo tengo las cosas», manifestó Rodríguez.
Y agregó: «Cuando entró pensé que se había caído. Pero no: abrió la puerta y como las cosas están en el suelo, a mano, sacó la caja a la rastra y salió corriendo. En la esquina lo estaba esperando otro en una moto».
El comerciante no lamenta la pérdida, sino el mal momento que vivieron: «Estaba junto a mi familia. Mi señora se puso muy nerviosa. Ya está, hay que olvidarse y empezar de vuelta. Tendré que poner las rejas y atender la gente por las rejas», se lamentó Rodríguez.
Si bien el robo fue en horario diurno, los vecinos manifiestan que la calle en la que está ubicada la despensa -Alicia Compagnucci- es muy oscura y resulta peligrosa durante la noche.