La piedra no tuvo piedad con las huertas de la Escuela N° 45, del CEC, del Taller Protegido y de todas las instituciones con las que el INTA General Villegas colabora.
«Estuvimos recorriendo las huertas. En el CEC no quedó nada, teníamos una linda huerta. En la Escuela 45 tampoco dejó nadade lo que estaba afuera del invernáculo. En el jardincito 917 no quedó nada. Los huerteros que hacen feria una vez por mes perdieron toda la oproducción que tenían fuera de los invernáculos», contó Agustín Bilotta, del INTA.
Lechuga, acelga, plantines de tomates, de pimiento, rúcula, rabanito, todo se perdió por el granizo que azotó a la ciudad de General Villegas.
«La tarea de la huerta no es fácil, sobre todo al comienzo. No queda otra que volver a resembrar todo, volver a hacer plantines y arrancar de cero. Hay que seguir. Hay que volver a empezar. Lleva esfuerzo y trabajo, pero no hay otra salida. Ya nos amargamos por la piedra, ahora hay que volver a hacer huerta», le comentó Agustín Bilotta a Actualidad.
La naturaleza, así como de vez en cuando muestra su furia, también es generosa y seguramente muy pronto la tierra le va a dar sus frutos a los esfuerzos de los chicos y huerteros.