Lalcec General Villegas anunció su próxima campaña para prevenir el cáncer de piel. La actividad se llevará a cabo la semana que viene y las interesadas pueden sumarse de dos maneras.
Por un lado, la doctora Daniela Manggini atenderá el miércoles 20 de noviembre en el Hospital municipal. Será el único día, desde las 13 horas, por orden de llegada, con un cupo máximo de 30 pacientes.
Por otro lado, la dermatóloga Marta Caprow se sumará a la campaña desde su consultorio particular, donde recibirá pacientes los días martes 19, miércoles 20 y jueves 21, de 16 a 20 horas.
En este caso, mujeres y hombres deberán dirigirse a la calle Arenales al 555; y también pueden comunicarse por cualquier consulta al 422328.
Cáncer de piel
Es el tipo más común de los cánceres en el ser humano. En los últimos 30 años más gente ha desarrollado un cáncer de piel que cualquier otro tipo de cáncer. Según estadísticas recientes, se espera que uno de cada cinco habitantes lo desarrolle en el transcurso de su vida.
Una de sus causas más importantes es la exposición a la radiación ultravioleta (RUV) proveniente del sol y otras fuentes artificiales, como las camas solares.
Otras causas menos frecuentes son la exposición repetida a rayos X, la presencia de cicatrices importantes y crónicas por quemaduras severas, la exposición ambiental al arsénico y algunas enfermedades genéticas.
La historia familiar de cáncer de piel también aumenta el riesgo de padecerlo.
¿Cómo lo prevenimos?
El cáncer de piel es curable en la mayoría de los casos, por eso es importante hacer un «autoexámen» frecuente, observarnos para reconocer qué tenemos y notar cambios. Además, visitar al dermatólogo para saber cuál es nuestro riesgo y cuál la frecuencia necesaria de control con el especialista.
Signos más habituales que hacen sospechar un cáncer de piel
- Mancha rosada o rojiza, áspera al tacto y que se vuelve cada vez más rugosa o escamosa. Se ve especialmente en las zonas de mayor exposición al sol: cara, dorso de las manos, labio inferior, cuello y orejas.
- Aparición de bultos en la piel que crecen en forma sostenida en el tiempo.
- Lastimaduras en la piel que no cicatrizan a pesar de un tratamiento correcto.
- Herida en la piel, sangrante, costrosa, sin trauma previo evidente, que no cicatriza a pesar de un tratamiento adecuado.
- Lunar que cambia de coloración (tiene varios colores), sus bordes se vuelven irregulares, es asimétrico y crece (generalmente de tamaño superior a 6 mm.), pica o se inflama.
El sol y el cáncer de piel: Recomendaciones
- Hay que cuidarse también los días nublados, ya que la radiación atraviesa las nubes.
- Usar sobrero de ala ancha, anteojos con filtro UV certificado, camisas de mangas largas, ponerse a la sombra de los árboles, sombrillas, etc.
- Evitar exponerse al sol entre las 10 y las 16 horas.
- Usar en forma habitual cremas protectoras solares que bloqueen radiación UVA y UVB, de calidad reconocida y cuyo factor de protección solar (FPS) sea mayor a 30.
- Aplicar en toda la piel 20 minutos antes de la exposición y renovarlo cada dos horas con la piel seca, o cada vez que uno sale del agua y se frota o se seca la zona.
- Usar una cantidad generosa sin olvidar sitios como: orejas, empeines, labios, cuello, «pelada» de los calvos y tórax.
- No olvidar la protección solar al realizar deportes.
- Es primordial conocerse y hacer el «autoexámen» en forma periódica. Si encontramos manchas nuevas o que se hayan modificado, debemos consultar con el dermatólogo.
Todo lo que tenés que saber sobre nevos o lunares
Los lunares son comunes en todas las personas. Los nevos predominan en las zonas más expuestas al sol, pero pueden localizarse en cualquier parte de la piel.
Frecuentemente son de un color amarronado, de bordes regulares y de un tamaño pequeño (menor a 5-6 mm.). Pueden comenzar como una mancha y con los años hacerse sobresalientes, pueden perder el color y, en ocasiones, tener pelos.
Nevos atípicos o displásicos
Las personas con estos lunares tienen más riesgo de desarrollar melanoma. Suelen ser de mayor tamaño (más de 6 mm.), forma levemente asimétrica, varios tonos de marrón o rosados, mostrando un aspecto raro.
Predominan en el tronco, especialmente en la espalda, pueden ser aislados o múltiples y, en ocasiones, verse en varios miembros de la familia.
Puntos a tener en cuenta para una consulta inmediata al dermatólogo
- Aparición de un lunar o mancha nueva.
- Cambios de color el lesiones existentes (orcurecimiento, presencia de varios colores).
- Crecimiento continuo de un lunar, mancha o verruga en el tiempo.
- Picazón, sangrado o formación de costra sobre un lunar o herida que no cicatriza.