Los hermanos Sebastián y Lucas Gil tienen muchas coincidencias. Ambos son de Piedritas, hinchas de River, profesores de educación física, preparadores físicos y ambos salieron campeones el mismo día. La gran diferencia es que Sebastián lo hizo con la tercera división de Cosmopolita y Lucas con la primera de Santa Rita.
Sebastián es el mayor y es padre de dos hijos. Hace 10 años que trabaja en Cosmopolita Cosmopolita. «Desde chico hice deporte y siempre me gustó esta carrera. Tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta», dice. Estudió el profesorado de Educación Física en Lincoln y también hizo el curso de Guardavidas.
Lucas es el menor. Se fue a estudiar el Profesorado de Educación Física a Lincoln seducido por lo que su hermano le contaba. «A mi lo que más me gusta es el fútbol y es lo que hago. Aparte de fútbol también hago hockey. Estoy contento de lo que elegí», comenta. Está en el Lobo desde el 2015, cuando llegó de la mano de Tracey.
Los hermanos reconocen que aunque trabajan en veredas enfrentadas, antes de ser rivales son hermanos. Por eso las charlas de fútbol nunca faltan entre ellos: lo que pasó, lo que va a venir, la pretemporada, los triunfos y las derrotas. Siempre con respeto y sin cargarse. Solamente en la semana previa al clásico el clima se vuelve un poco más competitivo y tratan de evitar el tema para no revelar ningún detalle. Es obvio: ambos son profesionales y quieren lo mejor para sus equipos.
«Destaco su compañerismo. Siempre me pregunta cómo estamos para el domingo, cómo anduvimos en la semana, cómo entrenamos. Siempre nos tratamos de ayudar y tirar ideas», dice Sebastián de su hermano Lucas.
«Es buen compañero y es muy buen padr,e porque tiene dos hijos maravillosos. Es la virtud más grande que tiene. Además es muy trabajador y da mucho por el club en el que está. Estoy orgulloso de él. Trato de copiar algunas cosas y de cambiar otras», así opina Lucas de su hermano Sebastián.
Como ambos son hinchas de River, los dos admiran a Gallardo y tratan de copiar algunas cosas del Millo para aplicarlas en los clubes locales. Otro referente a nivel internacioanl es el Profe Ortega, el preparador físico del Atlético Madrid del «Cholo» Simeone.
«Quiero agradecer a los jugadores, en primer lugar por bancarme hace 10 años. A estos chicos que salieron campeones en tercera los tengo desde muy chicos, desde categorías inferiores, los venimos formando de a poco. Me han aguantado. Esto que lograron ellos es lo que te da ganas de seguir. Ellos me escuchan y me aguantan. Son chicos que yo los tenía de décima. Yo vi todo el crecimiento de ellos. Que hoy día te lo paguen saliendo campeones te llena el corazón. Gracias a ellos y a la dirigencia por bancarme. Mi sueño es seguir ganando cosas, creciendo como club y como persona», concluye Sebastián.
«Trabajé con gente muy capaz, aprendí mucho. Fui campeón varias veces. Acá estoy muy contento, cómodo y agradecido a los dirigentes y jugadores. Principalmente a «Coco» Pineda porque confió en mí. Agradecer a los jugadores que me bancan: mis locuras, la semana, la pretemporada. Estoy cómodo porque es un club que está muy ordenado, está muy bien y sabe lo que quiere. Quiere ser un club ganador que es lo más importante. Creo que estamos por buen camino. Espero que se pueda seguir así el año que viene: seguir ganando cosas», remató Lucas.
El extraño caso de Sebastián y Lucas Gil, que quieren que sus clubes ganen pero en el fondo se ponen contentos cuando al clásico rival le va bien. Lógico, antes que adversarios son hermanos.
