Después de años de reclamos constantes de vecinos y autoridades dos pueblos hermanos, separados por solo 10 kilómetros, tienen una via de comunicación pavimentada.
Faltan detalles, sí, pero lo esencial está. Por estás horas se pavimentaron los metros restantes dejando atrás problemas inesperados que demoraron la entrega de la obra.
Este paso fundamental para la zona tendrá su correlato el lunes, cuando quede habilitada nuevamente al tránsito la Ruta 7, a la altura de la laguna La Picasa.