El delegado municipal de Cañada Seca, Diego Domínguez, fue uno de los presentes en la reapertura de la Ruta 7 a la altura de La Picasa. Fue invitado -junto al delegado de Villa Saboya, Eduardo Vuillermet, quien no pudo asistir- por el intendente de Rufino Natalio Lattanzi.
La presencia del cañadense en la rehabilitación de este corredor interoceánico se debió a que integró el grupo que reclamó, directamente al presidente Macri, por la reapertura de la Ruta 7 y la reparación de la Ruta 33. Dicho grupo estuvo conformado por intendentes, delegados y jefes comunales de distintas localidades (de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba) afectadas por el corte y la inundación.
«Estos años hemos estado presentes en los reclamos por el tema de La Picasa y la Ruta 33. También lo hizo el intendente Campana cuando vino Javier Iguacel, que en ese momento era director de Vialidad Nacional. En el 2016 hicimos un pedido en conjunto: el intendente de Rufino, presidentes comunales de localidades de Santa Fe, como Aarón Castellanos, Diego de Alvear, Amenábar, Sancti Spíritu; por el lado de Córdoba, Rosales y Laboulaye; y Villa Saboya y Cañada Seca por Buenos Aires. Hicimos un pedido formal, firmado por todos y dirigido al presidente Macri. Allí pedíamos la reparación de la Ruta 7, a la altura de La Picasa, y le pedíamos la Ruta Segura entre Villegas y Rufino. En ese momento la Ruta 33 era pozo tras pozo. Ahora esa obra está parada, pero un gran tramo está reparado y tiene cinta asfáltica nueva», le dijo Domínguez a FM Actualidad.
«Natalio Lattanzi me pidió estar presente para la habilitación, por el simple hecho de que siempre estuvimos en este mismo pedido», añadió.
La Ruta 7 quedó habilitada este martes, pero con algunas precauciones: el tránsito es monitorado con radar. Para el tránsito pesado la máxima velocidad es de 60 kilómetros y para el liviano la máxima velocidad es de 80 kilómetros.
En la inauguración también estuvo presente el gerente ejecutivo de la región centro de Vialidad Nacional, Patricio Smith.
«Fue una obra importantísima. Se tardó mucho. Muchas veces se estuvo a punto de habilitar y no se habilitaba porque querían hacer un trabajo bien hecho, que dure en el tiempo. La idea es que si tenemos que volver a sufrir el tema de la inundación que sea menor el daño. Se ha ensanchado mucho la banquina y se le ha ganado terreno a la laguna para que el agua no se coma la ruta. Todo eso llevó mucho tiempo. Esto ayuda a descomprimir el tránsito de la Ruta 33 y le ahorra tiempo y kilómetros a los camiones que van de Mendoza a Buenos Aires», remarcó Domínguez.
¿Seguirá al frente de la Delegación?
Consultado acerca de su futuro -todos los funcionarios municipales tuvieron que presentar la renuncia y ponerla a disposición del intendente Campana- el delgado de Cañada Seca dijo: «Estamos al mando del intendente. Él nos dirá si sigo o no. Después del 10 hablaremos. Pero, por el momento, mi función sería hasta el 10 de diciembre».
