Sportivo se consagró campeón de la Copa Amistad invicto y logrando 10 puntos de un total de 12. Le ganó a Atlético, a Eclipse y a Fútbol Club, mientras que empató con Sport. Pero no solamente ganó, sino que jugó bien y, en algunas oportunidades, hasta brindó lujos y muestras de un fútbol que ilusiona a sus hinchas.
Este torneo sub 23 sirvió para darle rodaje a varios de los pibes de las inferiores que vienen pidiendo pista hace rato.
Parte del plantel campeón del Pulpo visitó los estudios de OVACIÓN para detallar cuáles fueron las sensaciones tras obtener la Copa Amistad. Entre ellos estuvieron el DT César Páez, el preparador físico Joan Andreani y los jugadores Enzo Garro, Ezequiel Cano y Lucio Ojua.
«Estoy muy contento. Ellos se lo merecían porque se propusieron ser protagonistas en el torneo. Uno por ahí charla y da las palabras necesarias, pero los que entran son ellos y demostraron que estuvieron a la altura. Sabíamos que era un partido clave y dieron una muestra de carácter. Eso es importante», destacó Páez.
Por su parte, Andreani valoró el trabajo y el entrenamiento del equipo: «A principio de año hicieron una muy buena pretemporada y después, durante el año, fuimos cediendo y apretando en algunos casos. A veces vienen cansados del trabajo y eso se tiene que tener en cuenta en el fútbol amateur. A veces hay que ceder y otras hay que apretar. La verdad es que han entrenado bien durante todo el año».
Para Lucio Ojua, la amistad solo estuvo en el nombre de la Copa porque los partidos fueron a cara de perro: «En el primer partido sabíamos que no iba a ser Copa Amistad, porque todos la íbamos a querer ganar. Y así fue: a morir y a intentar que la copa quede en casa como quedó. Nos propusimos desde el primer partido poder pelearla hasta el final y se nos dio. Más feliz imposible», dijo.
Ezequiel Cano celebró el torneo obtenido, pero su cabeza ya está en el 2020: «Uno siempre piensa en lo que viene. En el 2020 vamos a estar todos juntos. Nos vino bien este torneo, nos habíamos quedado con la espina del octogonal y por suerte pudimos festejar», expresó.
Otro de los protagonistas fue Enzo Garro, quien tuvo que vivir la final desde las tribunas: «Muy contento por lo logrado. Queríamos darle una alegría a todos: a nosotros y a la hinchada que siempre está ahí. Desgraciadamente me tocó vivirlo de afuera porque estaba suspendido, pero los chicos demostraron carácter y que no querían empatar, salieron a buscarlo desde el minuto 0. Se dio un partido lindo y los chicos supieron cómo jugarlo», afirmó.
Por último, Páez dio algunas señalaes de lo que podría ser el Pulpo 2020: «Cuando surgió este torneo nos propusimos pelearlo. Yo sabía que lo podíamos ganar y así fue. Hay una muy buena base, hay que seguir trabajando. Este premio es para ellos que los buscaron y lo lograron. Tenemos que hacer un balance bien en frío, pensando en el 2020. Siempre hay que ir por más y para ir por más se necesitan otras cosas. Este torneo les sirvió para recibirse de hombres».
¿Será esta base más algún refuerzo de peso la que busque poner a Sportivo en lo más alto el año que viene?