El hecho ocurrió en inmediaciones del Prado Español y la ermita de Ceferino Namuncurá. La mujer manifestó que un funcionario le había dado el terreno, pero cuando los propietarios aparecieron con la documentación que demuestra que son los auténticos adjudicatarios del lote la usurpadora se fue. Los vecinos del lugar piden que esos terrenos sean efectivamente ocupados o que sean devueltos a la Municipalidad para la gente que necesita una vivienda.
Luego del intento de usurpación de un terreno perteneciente a Agustina Oddi y Héctor Lobianco (el mismo está ubicado a unos 100 metros de la ermita de Ceferino Namuncurá), un grupo de vecinos de la zona dialogó con FM Actualidad y manifestó que no es la primera vez que sucede un episodio de esas características en el barrio. También se quejaron del estado de abandono que tienen muchos terrenos, que ya parecen baldíos abandonados.
Días atrás el mencionado terreno fue invadido por una mujer que mandó a construir una habitación con placas de premoldeado. Cuando los propietarios se enteraron de la obra acudieron al lugar y le presentaron a la mujer la documentación que demuestra que ellos son los adjudicatarios de ese lote. La invasora manifestó que un funcionario municipal le había otorgado ese terreno (versión que no fue confirmada desde el municipio), pero decidió retirarse y desarmar lo que los albañiles ya habían construido.
Por su parte, los vecinos se quejaron porque dicen que, en más de una oportunidad, se produjeron intentos de usurpación de terrenos. También pidieron a los propietarios de los lotes que los mantengan y que les hagan alguna obra o mejora (bajada de luz o cerramientos).
«Muchos terrenos parecen abandonados, no se les corta el pasto, dejan acoplados. Hace 10 años que la Municipalidad dio esos terrenos y no hicieron nada. Si no pueden construir deberían devolverlos al municipio, para que una familia que necesita y sí puede construir se haga su vivienda. Deberían hacer un relevamiento de esos terrenos», expresó un vecino.
Otro se mostró preocupado por la inseguridad, ya que no es la primera vez que se usurpan terrenos o baldíos en el barrio. Mencionó, además, que muchas veces las pequeñas mejoras que hacen los propietarios son vandalizadas o robadas.
Lo cierto es que la necesidad de vivienda es una problemática cada vez más acuciante. Ante la dificultad de acceder a un terreno y a una vivienda digna, no ya para los sectores más vulnerables sino también para la clase media, este tipo de episodios (usurpaciones y asentamiento que muchas veces desatan conflictos y desalojos violentos) se ven cada vez con mayor asiduidad en nuestras tranquilas comunidades.