Otra vez el viento se ensañó con Cañada Seca. Luego del fuerte temporal del martes la localidad sufrió destrozos. La plaza (que en la tormenta pasada había salido indemne) terminó con varias plantas arrancadas de raíz. Pero no fue solo en la plaza, en casi todas las calles del pueblo hubo árboles caídos y gajos cortados. También sucedió en la zona rural. Como consecuencia, los cables se cortaron y la localidad se quedó sin servicio eléctrico cerca de dos horas.
Además, las potentes ráfagas de viento (de aproximadamente 90 kilómetros por hora) se llevaron algunos techos de galpones.
Diego Domínguez, delegado de Cañada Seca, destacó que la tormenta del martes fue más fuerte que la anterior: «Tiró plantas muy grandes. En la plaza tiró pinos de raíz. En el pueblo también hay plantas sacadas de raíz. En todas partes hay gajos tirados y quebrados. No hay un lugar en el pueblo que no tenga un gajo quebrado o una planta caída. En mi casa volteó cerca de 10 metros de tapial. Habrán sido 15 o 20 minutos de viento, pero parecieron horas. Tuvimos la luz cortada por una hora y media o dos. Se puso en marcha el COE (Centro de Operaciones de Emergencia), nos juntamos en el cuartel de Bomberos y estuvimos trabajando en conjunto con la Cooperativa para liberar todos los cables para que el pueblo vuelva a tener luz. Actuamos enseguida para restituir el servicio lo antes posible», dijo.
Y añadió: «Hubo varios techos de galpones afectados. A una casa se le voló un alero del frente y se llovió bastante, pero no sufrió voladura de techo. Estamos esperando que llegue Desarrollo Social, con Obras Públicas y Servicios Urbanos para darnos una mano levantando todo lo que es plantas y gajos, para ayudar a la gente que tenga algún problema y para acomodar el pueblo de la mejor manera».
Si bien la tormenta hizo destrozos y terminó de destruir el Parque Municipal (la tormenta anterior había tirado ya muchas plantas), Domínguez destacó lo positivo: «Hemos trabajado estos 4 años para agrandar el desagüe y que no vuelva a pasar lo que pasaba antes. Debe hacer un año que no se prende el sector de bombeo y uno se pone contento por eso. Eso es lo único positivo porque hemos trabajado para eso. Esto se va a arreglar, las plantas se van a volver a colocar y el pueblo se va a limpiar. Estamos contentos de no tener ninguna víctima, ni ninguna vivienda sin techo. Creo que la sacamos barata».