Ante el anuncio de aumento de las retenciones a la soja por parte del Presidente Alberto Fernández, la Sociedad Rural del Partido de General Villegas convocó a una reunión en su sede. El objetivo fue analizar cómo afectará esta medida no sólo al sector rural, sino también en los números de otras actividades de la economía regional. De la misma participaron entidades de varios sectores: campo, transporte, comercio, acopiadores, cooperativas y tambo. Los representantes de las instituciones evitaron hablar de escenarios de conflicto y remarcaron que la reunión -que se estima sea la primera de muchas- es para estar organizados y unidos ante el contexto económico que se avecina.
La Sociedad Rural del Partido de General Villegas convocó a una reunión, en su sede de calle Alberti, de la cual participaron entidades de todo el distrito de General Villegas relacionadas -directa o indirectamente- con la producción agropecuaria.
Entre las instituciones presentes en la mesa de diálogo hubo representantes de: Federación Agraria, Centro de Transportistas, Cámara de Transportistas del Partido de General Villegas (Catravill), Centro de Acopiadores, Cámara de Comercio, Cooperativa de Coronel Charlone y Tambero Unidos (Caprolecoba) de la misma localidad.
El encuentro fue encabezado por el presidente de la entidad, Daniel Colombo, quien estuvo acompañado por Pierre Courreges. El objetivo fue analizar los números de costos y rentabilidad que se proyectan para la producción agropecuaria ante el aumento de 3 puntos porcentuales en el esquema de retenciones de la soja (de un 30% trepa a 33%) y cómo eso impactará no sólo en el campo, sino en otras actividades de la economía local tal como el transporte y el comercio. Ese aumento es segmentado, es decir que se aplicará escalonadamente en las producciones que superen las 1000 toneladas, por lo que afectará significativamente a grandes productores y los campos de mejor rinde.
Todos los sectores participaron activamente del encuentro, detallando a nivel general cuál es la situación que atraviesa cada uno en el actual contexto económico.
Colombo manifestó que «la preocupación es grande porque los números son complicados. La idea fue hablar del tema retenciones, básicamente de la rentabilidad que tiene el campo hoy, con las retenciones que había más las que se sumaron. Con los números que hemos evaluado las cuentas no dan. Esta campaña tenemos buenos cultivos, pero tenemos claro que con estos números y la suba de retenciones se va a reducir la producción, casi con seguridad, al 50%. Eso va a generar un impacto ya que se van a perder una gran cantidad de toneladas que no se van a producir. Los números van a dar negativos desde el primer momento del negocio, incluso para campos de excelente aptitud. El gobierno tiene que tener en cuenta que se necesita que se produzca para que entren dólares, y si se produce la mitad no van a entrar dólares al país. En General Villegas esto va a afectar al comercio, el transporte de los camiones que llevan el cereal al puerto va a estar afectado, y así sucesivamente todo lo que depende directamente del campo».
«Esto no afecta sólo al campo, es el pueblo el que va a tener la mitad de su ingreso. El gobierno tiene que incentivar al que produce. Si no se puede producir estamos ante una problemática grave», añadió Colombo.
Manuel Lucero, presidente de FAA filial General Villegas, expuso que «son números que hacen que, en el caso de campos alquilados, la rentabilidad sea nula y en otros casos muy finita, siempre dependiendo del nivel de rinde de los cultivos. Esos 3 puntos de retenciones a la soja son en realidad un aumento del 10%, porque del 30% pasa al 33%. De todas maneras el gobierno hace una segmentación: se habla que hasta 1000 toneladas eso no se va a aplicar y por encima de eso sí. Según nuestros números a un campo de 250 hectáreas con un rinde normal no se le aplicaría ese 3% porque no alcanza a cubrir las 1000 toneladas que el gobierno fija, pero antes de ese 3% la rentabilidad de la soja ya era complicada».
El referente local de FAA manifestó que el reclamo no es sólo por las retenciones -un impuesto al que consideran distorsivo- sino por todo el marco impositivo. «También pedimos por financiamiento porque los pequeños productores no tienen la espalda para financiar una cosecha. Las tasas bajaron pero los créditos no son accesibles y no hay una buena oferta para el productor. De todas maneras, aunque los créditos fueran accesibles de nada nos sirve si la actividad no es rentable, por más que la tasa sea cero. Esto es algo que viene de años atrás y si a esa estructura se le aumenta la presión impositiva eso hace que al pequeño y mediano productor le sea complicado desarrollarse», añadió Lucero.
También dieron su versión los transportistas. Gustavo Britos, miembro del Centro de Transportistas, expuso que «el aumento de retenciones, a futuro, va a afectar a todos: al campo, al transporte, al comercio. Estas son las primeras reuniones, es un inicio, todas las entidades tenemos que estar presentes y dar una mano dentro de nuestras posibilidades». Por su parte, Oscar Oronoz, presidente de Catravill, remarcó que «el año viene complicado. El tema de las retenciones impacta en las ganancias. Ya era complicado con el 30%, así que este 3% impacta aún más. La reunión sirve para ir solucionando todas las dificultades que se van a presentar a lo largo del año. El transporte, Villegas y el país es campo dependiente: dependemos de la rentabilidad de ellos para darle ganancia a nuestro sector».
Por último, Edgardo Pironello, de Tamberos Unidos de Charlone (Caprolecoba), calificó a la reunión como muy positiva: «Vamos a seguir reuniéndonos para ver los impactos de las políticas que se están empezando a aplicar, para analizar las potencialidades del partido y las pérdidas que se pueden ocasionar con las nuevas medidas. Como instituciones queremos analizar los impactos que puede haber para organizarnos productivamente y tratar de sobrellevar el momento. El sector lechero viene sufriendo y se han cerrado muchos tambos. Las autoridades dicen que va a haber políticas para la lechería, pero cuando el Presidente dice que el tambo no tiene costos en dólares vemos que hay una desinteligencia: el maíz lo compramos en dólares, los herbicidas los compramos en dólares, todos los insumos los compramos en dólares», concluyó.