El cuerpo legislativo de General Villegas emitió un comunicado donde se informa que el día jueves 19 de marzo, a las 21 horas, se llevará a cabo la 2° sesión ordinaria del 2020. La decisión resulta incomprensible en plena emergencia sanitaria declarada por el gobierno nacional, el provincial y hasta el municipal.
La pregunta que surge es la siguiente: ¿Es tan necesario lo que tiene que tratar el Concejo Deliberante (el orden del día con los temas no fue enviado)? ¿No puede esperar hasta después del 31 de marzo? ¿En este contexto de emergencia sanitaria no deberían prevalecer las medidas de prevención que fueron dictadas por las autoridades?
Si el apuro es convalidar el decreto sancionado por el intendente -donde primero anunció la emergencia sanitaria y luego amplió las medidas de control y prevención-, seguramente que la situación crítica puede justificar cualquier aplazo o demora.
Lo que prima ahora es resguardar la salud de la ciudadanía y para eso hay que evitar, en la mayor medida que se pueda, la circulación de la población y cualquier tipo de reunión o conglomeración de gente que no sea estrictamente necesaria. Incluso aunque fuese de una sesión a puertas cerradas, además de los 16 concejales y del secretario del Concejo, deberán ir a trabajar los empleados municipales que facilitan que cada sesión se lleve a cabo: labores administrativas, sonido y audio, entre otras tareas básicas.
Lo ideal sería que se tome real consciencia de la gravedad de la situación y se respeten las medidas adoptadas por los gobiernos, sobre todo la de aislamiento social.

