Cuando el diagnóstico del médico dice que somos celíacos parece que el mundo se derrumba. La Lic. en Nutrición, Valeria Pennacino, dice que es un proceso difícil al principio, pero sostuvo que con acompañamiento profesional se puede sobrellevar perfectamente. Se trata de una enfermedad hereditaria que no tiene cura y el único tratamiento es una dieta libre de trigo, avena, centeno y cebada.
Ayer se conmemoró el Día Internacional de la Celiaquía. Esta enfermedad es una intolerancia permanente al gluten, el cual es la fracción proteica de 4 cereales: trigo, centeno, cebada y avena (de ahí surge la sigla TACC).
Para este año estaba pensado traer al Dr. Cueto Rúa -Pediatra, Gastroenterólogo y fundador de la Asociación Celíaca Argentina- para que brinde una charla informativa, pero la cuarentena lo impidió.
La Lic. en Nutrición Valeria Pennacino advirtió que cuando alguien da positivo en celiaquía son muchos los cambios que hay que implementar: «Hay que cambiar toda la dinámica familiar, desde los utensilios para cocinar, los alimentos, cómo circulan esos alimentos, la vida social. Hay que aprender cuáles son los recaudos que tenemos que tomar».
Los síntomas de celiaquía pueden ser: diarreas crónicas y abundantes, inflamación, constipación, herpes bucales, osteoporosis, anemias refractarias, abortos espontáneos en las mujeres, epilepsias, dolores de cabeza intensos, baja talla de los chicos, entre otros.
«Cuando sospechas de estas clínicas, el médico especialista puede pedirte un análisis de sangre, te sacan sangre y se mide un anticuerpo. Si eso da positivo el diagnóstico de certeza es hacer una biopsia donde se saca un pedacito de intestino. En esa biopsia se determina si hay una enfermedad inflamatoria intestinal y el grado de esa enfermedad», explicó Pennacino.
Para la celiaquía no hay medicación, el único tratamiento es hacer una dieta libre de gluten. «Cuando se hace el tratamiento, la sintomatología cambia por completo, el humor del paciente cambia. Pero es importante que se entienda que esto es de por vida. Cuando la gente empieza a hacer el tratamiento y ven que la sintomatología cambia, empiezan a probar y comen un poquito de pan con gluten pensando que no les va a hacer mal. Ni una miga. Una vez que tenés el diagnóstico sos celíaco para toda la vida y la tolerancia es cero», detalló la Lic. en Nutrición.
La solución para esta enfermedad es no comer, tomar o usar productos que sean a base de TACC. Por eso se recomienda leer con atención el listado de ingredientes de los alimentos que se compran y ver si tiene el logo de «sin TACC». De hecho los supermercados tienen la obligación de tener un sector de alimentos libres de gluten. También hay que tener mucho cuidado de que no haya contaminación cruzada (por ejemplo cocinar con los mismos utensilios que se usa para cocinar con gluten).
«Asusta al principio porque son muchos cambios. El paciente celíaco puede comer carne, frutas, verduras, todo lo que no tenga TACC. Y si va a cocinar con harina tiene que ser con harina de arroz o de garbanzo. Ahora ya vienen las premezclas para hacer pan y torta. Incluso hay gente que cocina viandas para celíacos. Lo que hay que hacer es educar y concientizar a los comercios y a la gente porque cada vez hay más celíacos», expresó Pennacino.
«Hay que fijarse en el té, en la yerba, en las golosinas, en la pasta dental y en los medicamentos. Se pone harina en lugares impensados. También hay que tener cuidado con los plantas donde se elaboran los alimentos porque puede haber contaminación cruzada. Hay que tomar todos los recaudos porque el nivel de tolerancia es cero», concluyó.