En la jornada de ayer el intendente Campana recibió a representantes de algunos comercios y rubros que piden volver a trabajar. Entre ellos había gente de los restaurantes y gimnasios, quienes también asistieron en representación de las escuelas de danza y arte.
«Fue una charla amena, pero el resultado no fue positivo. Fuimos con preguntas e incertidumbres que teníamos. Planteamos la diferencia abismal que existe entre CABA y AMBA con nuestra zona. Nuestra pregunta fue por qué había que recurrir a un permiso de las autoridades provinciales siendo que la situación acá es diferente. Allá en el conurbano están enfocados en una situación más compleja y acá la realidad es diferente», expuso David Potes, uno de los organizadores de este grupo de comerciantes que pugna por volver a trabajar.
«En la Municipalidad te dicen que les bajan una línea, les bajan protocolos, les dicen qué rubros pueden habilitar y cuáles no. Y no se mueven de ahí. La situación en el conurbano se complicó, principalmente con lo que pasó esta semana atrás, que aumentaron los casos», añadió Potes.
La respuesta fue negativa. Desde el municipio siguen al pie de la letra los lineamientos de la Provincia. El incremento de los casos positivos -aunque eso sea en el AMBA y aquí no haya ningún caso- hace que las autoridades provinciales adopten una posición inflexible y eso termina perjudicando a los villeguenses que no pueden trabajar.
Los comerciantes llevaron una contrapropuesta que también fue rechazada: «Les pedimos algún subsidio para los que no pueden trabajar. Este país está lleno de subsidios. Esta gente trabaja, pero al no poder ejercer sus actividades lo lógico es pedir un subsidio, aunque sea por una única vez. Según lo que explicaron la recaudación se cayó demasiado y el mes pasado apenas pudieron pagar los sueldos», dijo Potes.
«No queda otra que los intendentes se pongan de acuerdo y que hagan cambiar de opinión a las autoridades de la Provincia. Suponemos que esto se va a poner más tenso, la situación se va a tornar insostenible en algún momento y la gente va a salir a la calle. Es obvio que las autoridades locales no quieren asumir el riesgo. Pero hay algunos intendentes que sí lo han asumido, como el caso de Rivadavia», concluyó Potes.