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jueves, enero 23, 2025
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La base y el base están

Joaquín Labarta jugaba de base en aquel primer equipo de básquet de Atlético Villegas. Esa generación fue la base para que esa disciplina crezca en las instalaciones de la Academia, club que se consagró campeón de la ABTL durante el 2019.

Joaquín Labarta, quien hoy es político, abogado y Director General de Administración para la Logística del Ministerio de Defensa de la Nación, hace casi 30 años atrás soñaba con seguir los pasos de John Paxson, aquel base de los Bulls de Chicago que brillara junto a Jordan y Pippen en ese ya mítico equipo de la época dorada de la NBA.

Él formó parte de la generación que sentó las bases del básquet en Atlético y que permitió que, 30 años después, la Academia sea el último campeón de la ABTL. De aquella generación de precursores quedan aún dos jugadores/emblemas en actividad: Mauro López y Guillermo Imbach. El grupo era conformado por Cristian y Pablo Henkel, German Piñas, Guillermo Imbach, El Chango Pratto, Ignacio Eguren, Adrián y Mauro López, los mellizos Mendoza, Martin García, Joaquín Labarta, entro otros nombres que se fueron sumando.

Recordando aquella época, Joaquín Labarta dialogó con OVACIÓN: «El básquet en Atlético comenzó en el año 91/92. Nosotros jugábamos al básquet en el CEF y, como el horario del CEF se nos quedaba corto, nos íbamos todos a la cancha de básquet de Atlético, que estaba al lado de la pileta y que no existe más. Estábamos todo el día jugando al básquet, hasta la noche».

La única forma de disuadirlos de dejar de jugar era cuando el «Negro» Leyes, custodio de las instalaciones del club, les largaba a su perro, el temible «Jack».

«En esa época el básquet explotó en la NBA y en la Liga Nacional también porque empezaron a venir los extranjeros. Yo era de Atenas. Todos teníamos nuestro equipo de La Nacional y de la NBA», rememoró Labarta.

«El primero que levantó el guante fue Oscar Álvarez. Empezó a venir a mirarnos y nos hizo un par de propuestas. Nos dijo que tendríamos que buscar un DT para Atlético. Nos propuso hacer una rifa para compramos el primer juego de camisetas, que tienen 27 años y están intactas», agregó.

Bernardo Ochoa, quien en ese momento era el técnico de Intendente Alvear se sorprendió del nivel que tenían los chicos de General Villegas y fue quien aceptó hacerse cargo del timón del equipo de básquet de la Academia.

«Ochoa sienta las bases del básquet en Atlético. Un tipo que amaba el básquet y era muy exigente. Nosotros no éramos federados, pero hicimos una pretemporada en San Rafael corriendo en la nieve. Villegas empezó a llegar a las finales todos los años. Bronce y plata en bonaerenses. Y la generación que la siguió salió campeona», destacó.

Aquellos chicos compraron los acrílicos que todavía están en los aros de básquet y pintaron la cancha. Poco a poco, y con mucho esfuerzo, esa primera generación empezó a sentar las bases de lo que hoy es una disciplina en vigencia y crecimiento.