Aniceto Gerez, DT de Santa Rita y ex arquero campeón con el Lobo, encontró su lugar en el mundo en Piedritas.
Nació en Comodoro Py, un pequeño pueblo cercano a Bragado. Su camino en el fútbol arrancó en Bragado Club y jugó en varios clubes de esa ciudad hasta que a los 15 años se probó en River y quedó. Hizo las inferiores en el Millonario y luego pasó a Banfield donde, con 17 años, subió al plantel profesional y debutó en tercera. Luego tuvo un paso por Los Andes, Dock Sud, Cañuelas, Atlético Bermejo (Bolivia) y Tristán Suárez. Finalmente, tras ese largo periplo, recaló en Piedritas donde se consagró campeón.
Tras una experiencia en Sarmiento de Ameghino como arquero y DT, Aniceto volvió al Lobo; aunque esta vez dejó los guantes y únicamente se concentrará en un objetivo: conducir a sus dirigidos a un nuevo título.
«He encontrado mi lugar en el mundo en Piedritas. Formé una familia, tengo un trabajo estable. Tengo un total agradecimiento con los clubes donde he jugado, pero Santa Rita me abrió las puertas como jugador antes y ahora como DT. Yo soy un apasionado del fútbol. Uno nunca piensa dónde va a terminar. A mi me tocó acá y soy un agradecido», aseguró Gerez.
Cuando Gerez llegó a Santa Rita el club no era lo que es ahora: «La peleábamos y por ahí clasificábamos al octogonal. Ya en el 2012, que vino Patricio (Tracey), se produjo un cambio de cabeza, tanto en lo futbolísitico como en lo dirigencial, en el club en general. Ayudaron los resultados deportivos, pero la institución creció mucho: los vestuarios, la cancha tiene un piso de primera división. El club ha tenido un cambio para bien en estos últimos 10 años. No es verso que Santa Rita es una gran familia», expresó Gerez.
La decisión de dejar el fútbol y colgar los guantes fue difícil, pero era una decisión que había que tomar. Ahora Gerez está concentrado en guiar al plantel de Santa Rita a un objetivo: lograr un nuevo campeonato.
«Veníamos bárbaro, habíamos hecho una gran pretemporada. Se quedaron todos los chicos y sumamos a Matías (Palacios). Esto del virus nos puso un freno. Pero estamos con la ilusión de hacer las cosas bien y que Santa Rita pueda seguir consiguiendo el oro. Estamos con muchas ansias, esperando que se habilite para hacer prácticas deportivas de entre 4 o 5 personas, hacer un poco de gimnasio, ir metiéndonos en la cancha para ponernos en ritmo y que los chicos se empiecen a motivar. Es algo que nos tocó y hay que tener paciencia porque va a pasar. Y cuando esto pase, los domingos van a volver a ser como a nosotros nos gusta: con fútbol», redondeó el DT del Lobo.
