Son alrededor de 40 millones de personas. Alrededor de 15.000 empresas dejaron de pagar cargas sociales.
Alrededor de 40 millones de argentinos reciben alguna ayuda del Estado Nacional:
Asignación Familiar por Hijo (AUH), Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), crédito a
tasa cero, Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), entre otros. Apenas algo más
de 4 millones de argentinos no necesitan esa ayuda, que hoy se financia más con
emisión monetaria que con recaudación.
Los datos surgen del «Informe de Panorama Productivo» para junio, publicado por el
Ministerio de Desarrollo Productivo. El mismo trabajo apunta que, en un semáforo
productivo, apenas dos sectores están en verde (medicamentos y agroquímicos), uno
en amarillo (alimentos), y los restantes once relevados están en rojo. «La
reactivación económica comenzó, pero las secuelas de la pandemia se sienten», se
apunta en el informe.
Allí se señala que «entre febrero y abril, alrededor de 15 mil empresas dejaron de
presentar declaraciones juradas de seguridad social ante AFIP (el 2,8% del total); el
sector de hoteles y restaurantes fue el más afectado, con una caída del 8% en la
cantidad de empresas que declaran. Si bien es prematuro catalogar esto como cierres
definitivos, es un dato que ilustra el daño que ha generado el COVID-19».
En cuanto a los puestos de trabajo perdidos, la misma superó los 100.000 puestos de
trabajo entre marzo y abril, pero considerando sólo aquellos que están en blanco. Las
bajas laborales, de acuerdo al informe, «se producen por distintas razones –
renuncias, finalización de contratos, finalización del período de prueba, etc.- no se
compensan con nuevas contrataciones. A ello se le suman las suspensiones, que
alcanzaron en abril al 7,5% de los ocupados».
El programa Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) tuvo mayor incidencia en
algunos sectores que en otros. De los que pidieron esa asistencia, el mayor
porcentaje se dio en dos sectores: hoteles y restaurantes, por un lado, y servicios
culturales, deportivos y de esparcimiento, por el otro. En ambos casos, con el 82,4%.
Le siguen industria (67,3%), construcción (62,5%) y servicios inmobiliarios (64,3%).
En el otro extremo, de menores aprobaciones, están enseñanza (7,3%), información y comunicaciones (36,9%). Fuente: Diario Democracia, de Junín