Claudio «Chocolate» Farías, goleador histórico de Santa Rita (con 84 goles) desde la creación de la Liga de Fútbol de General Villegas hasta la fecha, sabe que este año es y será complicado. Todavía no se sabe hasta cuándo durará la cuarentena y no hay miras de que el fútbol regrese.
Sin embargo, Farías no se desanima y sigue entrenando a la espera de poder jugar, aunque más no sea, un mini torneo de dos meses.
Ya recuperado de una pubalgia que lo tuvo a maltraer el año pasado, Farías estaba listo para comenzar la temporada 2020 hasta que el aislamiento obligatorio prohibió la práctica deportiva. «Este año había hecho una buena pretemporada, a la par de mis compañeros. Estaba bien. Luego de este parate todos vamos a necesitar una nueva pretemporada porque hace tres meses que estamos sin jugar», señaló Farías.
Desde su llegada al club, en el año 2012, Farías no paró de convertir goles. Se convirtió en el máximo artillero de la historia del club, caso raro para alguien que no juega de delantero. «A mi me cuesta ir al roce con los centrales. Yo estoy acostumbrado a jugar atrás del 5, a jugar de enganche. Pero desde que llegué acá, Patricio (Tracey) me puso de mediapunta», comentó Farías.
Luego de tantos años de jugar juntos y de conservar una base de jugadores, Santa Rita es un equipo que se entiende de memoria. «Hace 7 u 8 años que venimos jugando a lo mismo. Cuando agarro la pelota, Cardoso, Bottega o Abel (Ponzi) saben que tienen que picar», dice «Chocolate», haciéndolo parecer algo sencillo.
Con respecto a la llegada de Matías Palacios, Farías destacó que lo conoce «desde que nació, nos criamos juntos. Yo lo había querido traer hace bastante. Es un goleador, un jugador interesante y fuerte. Es lo que nos faltaba a nosotros, uno que la meta. Nosotros hacíamos goles, pero también errábamos muchos».
Teniendo en cuenta que Santa Rita mantuvo su base -no se fue ningún jugador- y, además, sumó el aporte goleador de Palacios, Farías se tenía fe para volver a pelear los tres campeonatos. Sin embargo, habrá que esperar para ver si este año se jugará o si el coronavirus terminará por ahogar las expectativas del último campeón.