Una pieza clave de aquel Atlético Villegas campeón en la década del 70, Emilio Álvarez, dialogó con OVACIÓN y recordó ese gran equipo. Unos años antes también había salido campeón con Sportivo. Hoy, radicado en Mar del Plata, rememora esa época dorada de nuestro fútbol chacarero.
Emilio Álvarez tuvo el privilegio de salir campeón con dos grandes equipos que quedarán grabados para siempre en la memoria de todos los amantes del fútbol: el Sportivo del 73 y el Atlético Villegas del 75/76/77.
Su familia provenía de Sauze. Cuando llegaron a General Villegas se fueron a vivir a tan sólo una cuadra de la cancha de la Academia. Allí fue donde Emilio comenzó a patear la pelota y a forjar su amor por los colores de Atlético.
«Empecé jugando en tercera, en cuarta de Atlético y luego pasé a Sportivo un año y salimos campeones. Fue en el 73. Yo sentía la camiseta de Atlético, pero me fui a jugar a Sportivo. Ahí conformamos un buen plantel y salimos campeones. Fui a préstamo y después regresé a la Academia», recuerda Álvarez.
En Atlético también haría historia y saldría campeón integrando un equipo plagado de grandes jugadores. Fuerte y veloz, Emilio Álvarez se caracterizaba por pegarle con las dos piernas.
«Cada uno en su puesto cumplía su función. Teníamos una defensa espectacular, con el ‘Toco’ que era un fuera de serie, Álvaro, Nicola Pedraza y Mario Bitti, y al medio De Brasi. No pasaban ni las balas» rememora aquel equipo de Atlético campeón en el 75.
Tras una prolífica carrera, decidió irse del León cuando su compañero y mejor socio en la cancha, Jorge «el Libro» Castaños, dejó el fútbol. «El Libro era el que me hacía jugar a mi. Él jugaba de 8 y yo de 7. Al irse él cambió el asunto porque no era lo mismo. Con él nos entendíamos a la perfección. Él sabía todo», dice Emilio. Su destino fue Sarmiento de Ameghino, donde jugó un año más y colgó los botines.
Luego fue dirigente y técnico del Club Atlético Saavedra y no le fue mal ya que logró el campeonato. Ahora, desde hace un año, está radicado en Mar del Plata pero no olvida sus años de oro vistiendo las camisetas del Pulpo y la Academia.
