No menos de 20 personas entre policías, bomberos, personal municipal y miembros de la justicia reiniciaron a primera hora del viernes la búsqueda en el camino que comunica General Villegas con Elordi.
El punto en cuestión, parte del canal de desagüe que oficiara de contención en épocas de grandes inundaciones, está ubicado a dos kilómetros de la ciudad cabecera del distrito y a uno de la Ruta Nacional 188. En temporadas de lluvias junta el agua que llega por otros canales secundarios o de distintos bajos y la deriva hacia la zona de Los Laureles, evitando que lleguen a la ciudad. Ahora luce con un caudal mucho menor y en partes seco.
Allí fue donde en la tarde del jueves un vecino que salió a caminar en compañía de su perro se encontró con la sorpresa menos deseada: el cráneo de un ser humano.
Avisada por el hombre, la policía dio parte a la justicia y se valló el perímetro para intentar dar con más piezas óseas o detalles que pudieran aportar a la causa.
Con la llegada de los primeros peritos de la Policía Científica, apoyados por el Comando de Prevención Rural (CPR), Bomberos Voluntarios y la Ayudantía de Fiscalía local, se inició la pesquisa. El comisario Gustavo Aragundi, del CPR; y el doctor Martín Leiva, de Fiscalía; supervisaron en persona los trabajos de excavación y búsqueda de pruebas.
Hasta que la llegada de la noche volvió imposibles los trabajos un grupo de bomberos buscó a tientas en parte del canal que todavía conserva agua y cavó en tierras adyacentes.
En reiteradas oportunidades fueron alcanzando pequeños restos a la Policía Científica, seguramente restos de ropa. No obstante, por tratarse de lugares donde se suele tirar basura no hay certeza de que esas prendas tuvieran directa relación con el cráneo.
Entre las medidas complementarias tomadas por los encargados de llevar adelante la investigación está la orden de vaciar de agua la parte del canal que aún la conserva. Para eso se colocarán tapones de tierra en distintos sectores y se lo vaciará con equipos de bombeo.
La especulaciones acerca de quién pudiera ser la víctima son múltiples y no se reducen a General Villegas. Obviamente, por tratarse del único caso de desaparición de un villeguense reportado en el presente, en mente de todos surge de inmediato el nombre de Roberto Sorondo.
El comerciante villeguense, por entonces de 59 años, fue visto por última vez el 28 de julio de 2014, alrededor de las 17:00, cuando su auto fue registrado por las cámaras de seguridad en la intersección de Avenida Chassaing y Acceso Centenario.
Pasaron seis años y su búsqueda fue infructuosa. Se barajaron distintas hipótesis, como el posible conflicto por la propiedad de unas tierras con un socio; y otras con problemas derivados de su actividad comercial, de compra y venta de propiedades. Se ofrecieron recompensas a quien aporte datos, se allanaron viviendas y quintas. Hubo excavaciones. Pero nada se sabe de Sorondo.
No obstante, no es la única referencia, ya que también podría tratarse de una persona de otros medio. Si bien finalmente será el análisis de ADN del cráneo quien determine la identidad de la víctima, la búsqueda de este viernes apunta a encontrar otros detalles que pudieran ayudar: prendas de vestir, otras piezas óseas, anillos, relojes, pulseras o cualquier elemento de uso personal que asigne indicios para esclarecer el hecho.