Con la fase 5 regresaron los algunos talleres en Casa de la Cultura. A partir del 1° de septiembre volverán a dictarse en los pueblos del interior del distrito.
Con todos los protocolos de seguridad esta semana retornaron los talleres de Cultura en la ciudad cabecera y la semana próxima retornarán en todos los pueblos del Partido.
“Hicimos una prueba piloto con la Escuela Municipal de Folklore y Tango, que arrancó el 3 de agosto. Luego abrimos el taller de pintura el 10 de agosto y al ver que todo fluía se sumaron otros talleres que teníamos planificados desde principio de año”, manifestó la directora de Cultura, Catriona Kirkwood.
«Fue una cuarentena muy dura para Cultura porque desde el primer día hubo que cerrar todo. Siempre supimos que iba a ser lo último en reactivarse y recién ahora desde Provincia se están habilitando los talleres. El futuro es medio incierto porque siempre dependemos de que no haya ningún caso», enfatizó la funcionaria.
La oferta es variada y los cupos están casi completos con los inscriptos a principio de año. Algunos de los talleres que se dictan son: dibujo para niños y adultos, mosaiquismo, mandalas para niños, guitarra, ukelele y teclado. Además, la Escuela Taller de Niños pintores “La Fragua” también inició su actividad con niños de 5 a 12 años. En la Estación Cultural “La Trocha” se dicta guitarra para adultos y niños, diseño de indumentaria, ritmos latinos, taekwondo para niños y adultos y taebo.
En las localidades los talleres en los pueblos iniciarán el 1° de septiembre con una oferta que incluye apoyo escolar, idioma, pintura, expresión artística, danzas folclóricas, porcelana fría y manualidades, mosaiquismo, inglés, guitarra, costura y yoga para niños, entre otros.
«Estamos estudiando la posibilidad de costura, pero es muy difícil porque no podemos compartir materiales. No se podrían usar las máquinas de cultura y tendríamos que buscarle la forma de que la gente vaya con su propia máquina», afirmó Kirkwood.
No se dictarán la totalidad de los talleres por un tema de espacios y de flujo de gente. «Es mi responsabilidad tratar que no haya demasiada gente en el mismo espacio físico, que no se choquen entradas y salidas, tratar de no incentivar la asistencia de adultos mayores porque son los más vulnerables. Además, los talleres que dábamos en las escuelas no se pueden dar porque las escuelas están cerradas», destacó.