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miércoles, septiembre 3, 2025
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25 años de la voladura de la Fábrica Militar de Río Tercero en la memoria de Edgar Alan Maldonado

El profesor de Fullcontact y villeguense por adopción estuvo en el lugar de los hechos en aquel lejano 3 de noviembre de 1995, puesto que formaba parte del Ejército Argentino. En diálogo con Actualidad recordó aquel infierno.

Se cumplieron 25 años de la voladura de la Fábrica Militar de Río Tercero, un episodio negro en la historia reciente de la Argentina y que dejó un saldo de 7 muertos, 300 heridos y múltiples daños materiales (casi media ciudad destruida).

Fue un martes 3 de noviembre del año 1995, a las 8.55 horas. El próximo 24 de febrero comenzará un juicio, en el Tribunal Oral Federal 4 de Córdoba, contra el expresidente Carlos Menem para determinar su responsabilidad en la voladura. El riojano llegará al estrado acusado de «estrago doloso».

Las explosiones fueron tres: las dos primeras en la planta de descarga de la fábrica y la tercera, y más importante, en el depósito expedición y suministros. Miles de proyectiles acumulados en los polvorines se esparcieron.

Al principio surgió la hipótesis de que había sido un accidente, pero las pericias posteriores comprobaron que había sido intencional. El propio Presidente Menem dijo que se trató de un accidente y pidió que no se hable de atentado. Hoy, 25 años después, se sabe que la Fábrica militar fue volada para encubrir el contrabando de 6.500 toneladas de armas a Ecuador y Croacia. De hecho hubo exmilitares -que ocupaban cargos jerárquicos al momento de las explosiones- que fueron condenados por el delito de «estrago doloso agravado por la muerte de personas»: Edberto González de la Vega, Carlos Franke, Jorge Antonio Cornejo Torino (condenados a 13 años de prisión) y Marcelo Diego Gatto (condenado a la pena de 10 años).

Un villeguense por adopción estuvo ese día en Río Tercero y fue protagonista directo: Alan Edgar Maoldonado.

Hoy, Alan está alejado del Ejército y vive en Villegas, donde ejerce su profesión de profesor de Fullcontact. Pero en el momento de la tragedia, Maldonado estaba a uno escasos 15 kilómetros de Tancacha, su pueblo.

«El 10 de abril de 1995, a las 0600 horas me reincorporo al Ejército Argentino y fui destinado a la Compañía de Seguridad de la Fábrica Militar de Río Tercero. Estuve dos meses en el campo de instrucción. En junio volvimos a la Compañía y fuimos destinados a nuestros puestos de trabajo. Yo era jardinero y trabajaba en la cantina de soldados voluntarios. Todas las mañanas iba de jardinero a cortar el pasto a las casas de los oficiales. Ese día me encontraba en el barrio de los oficiales, en la casa del Mayor Gatto, en la parte de atrás del patio. Estaba juntando el pasto con una carretilla y de repente… No entendía nada. Me senté en el suelo y me di cuenta que había volado con la carretilla por la misma onda expansiva. No entendía nada. Lo único que escuchaba eran gritos y explosiones. Yo era un pibe de 19 años. Era un solo escuchar las esquilas y ver caer proyectiles. En ese momento pensé que nos estaban atacando, que era una guerra», recordó Maldonado.

«Lo que me llama la atención es que fue en el momento de cobro, toda la gente estaba en Dirección retirando el sobre del pago. En fábrica no hubo gente que falleció por la explosión. De hecho todas las víctimas que hubo fue afuera de la fábrica. Fue todo armado. Creo que fue un atentado», agregó.

Junto a otros militares se presentó en la fábrica con un objetivo: ayudar a los heridos. «Yo fui porque tenía que estar en la fábrica. Ahí tenía compañeros y había civiles. Tenía que estar ahí. Recuerdo que me mandaron a Dirección. Estuvimos casi tres días sin dormir, custodiando la parte donde estaba el dinero», rememoró.

«Solamente nosotros sabemos lo que hicimos y el riesgo que pasamos. Es un día muy triste, pero por suerte estoy acá para contarlo. Estuve 8 años en el Ejército y tuve problemas. Tuve que hacerme tratar con psicólogo, hasta que me aferré al deporte», relató Maldonado, con la voz ahogada por la emoción.

La historia que sigue la conocemos, la de éxitos deportivos y competencias internacionales. Pero muy pocos sabían que este guerrero estuvo presente en ese infierno que se desató en Río Tercero.