El 2020 ha sido un pésimo año desde todas las perspectivas. La pandemia de coronavirus atravesó todos los ámbitos: lo sanitario, lo económico, lo educativo, lo social y lo político. El deporte tampoco escapó. Sin embargo, para Mariano Cortés fue un buen año desde lo competitivo. El villeguense -que hace 20 años vive en Tres Algarrobos- ganó el Federal de Adultas, que se corrió en el Nacional de Curuzú Cuatiá, y el Federal de Pichones, que se disputó en el Nacional del Obelisco.
«En la Asociación de Pehuajó corrí casi todo el año. Mis palomas siempre estuvieron en movimiento de competencia, entrenadas. Cuando salió la posibilidad de correr los premios nacionales con Villegas mis palomas ya estaban en muy buenas condiciones. Hubo una diferencia porque mis palomas no pararon en todo el año», explica Cortés.
El Federal de Adultas que se corrió en el Nacional de Curuzú Cuatiá fue una carrera dura, con viento en contra. Las primeras palomas en llegar demoraron 15 horas. «Recibí las dos primeras juntas, a dos minutos de diferencia», afirma Cortés.
El Federal de Pichones fue una carrera mucho más corta porque se corrió en el Nacional del Obelisco. «Hice una marca que va a ser complicado igualarla, en mi palomar y en otros. A las 12.17 horas recibo la mejor hembra adulta, y a los 10 minutos aparecieron 5 pichones del año y una adulta más. Es una marca excelente, teniendo en cuenta que largaron 10.000 palomas juntas», sostiene.
Cortés tiene 42 ejemplares en competencia. Todas ellas demandan mucho mantenimiento, limpieza y cuidado. «Tienen su gasto de tiempo. Comen todos los días a la misma hora, una comida proteica o sport, y vuelan a la misma hora. Se entrenan como un atleta», dice.
El colombófilo tiene una gran ayuda: sus dos hijas lo acompañan a todos lados y lo ayudan alimentando, cuidando y entrenando a las palomas. De hecho, el villeguense radicado en Tres Algarrobos compite como «Mariano Cortés e hijas».