Cristian Martos es el encargado del destacamento de esta comunidad de 65 habitantes. En plena pandemia abrió las puertas de la institución para ayudar a los niños en sus tareas escolares y además enseñarles a cultivar la tierra
En Onagoity, un pequeño poblado ubicado en el sur cordobés, Cristian Bautista Martos (42 años), personal único y encargado del destacamento local, sorprende a diario por sus gestos de colaboración para con la comunidad.
El sargento, además de encargarse de velar por la seguridad de sus 65 habitantes más una amplia zona rural, dedica tiempo para ayudar a los chicos de la comunidad a hacer los deberes y enseñarles a trabajar una huerta realizada en el predio del destacamento.
“Soy personal único en el destacamento”, comienza a contar a Puntal. Para agregar que con la pandemia es esta dependencia el lugar a donde acuden los chicos para realizar los deberes. “Hay muchas familias de acá que no tienen ni wifi ni internet. Entonces, previa autorización de mis superiores, los reuní a todos a hacer los deberes porque tenemos computadora e impresora”.
Fue así que la visita al lugar se tornó parte de la cotidianeidad de los chicos. Y, mientras el sargento cercaba el perímetro del lugar para armar una huerta, los chicos se sumaron a la tarea. Con conocimientos en cultivo bajo cubierta, el sargento Martos comenzó a enseñarles a sembrar y a cultivar. “Los chicos se prendieron y no tuvieron miedo a la pala y se les hizo cotidiano venir”, dice Martos.
Así surgieron los primeros zapallitos que los chicos, entusiasmados y con orgullo, llevaron a sus hogares. “Estaban chochos”, agrega orgulloso.
Al consultarle sobre el objetivo que persigue con esta tarea, señala: “Es algo que siempre debato con mi señora. Soy nacido y criado en el campo y ahí uno aprende a valorar desde lo más chico. Hay un dicho que dice: ‘La vaca no da la leche, hay que madrugar, embarrarse con el estiércol y ordenar’”, en alusión a que toda actividad requiere de esfuerzo. Y es esta su meta, hacer que los chicos reconozcan el valor del trabajo.
Por estos días, los cultivos se han vistos diezmados debido a que el agua del lugar tiene alto contenido de sal. Pero el policía ya puso manos a la obra y, por sus conocimientos en plomería y demás oficios, tendió una conexión desde un molino ubicado a 300 metros para volver a resembrar la huerta.
Su compromiso para con esta comunidad se evidencia en cada gesto. Y, aunque sus raíces están en Mendoza, en General Alvear, hace ya 21 años llegó al sur cordobés, donde se radicó en Huinca Renancó. En esta ciudad, en 2003 generó una huerta para colaborar con todos los comedores comunitarios.
Antes de integrar la fuerza policial, se capacitó en distintos oficios. “Soy albañil, electricista, cloaquista y plomero matriculado”. En 2009 ingresó a la Policía y en los primeros años estuvo en el área de Logística, precisamente por sus conocimientos. Hace ya 2 años es el encargado del destacamento de Onagoity, el que depende de la comisaría de Buchardo.
Orgullo de sus pares
Días pasados, y en el marco de la celebración del Día de la Policía, el sargento Martos recibió dos reconocimientos: uno por su accionar en el esclarecimiento de hechos delictivos de trascendencia y otro por su labor social.
“Felicitaciones encargado del destacamento Onagoity. Don Martos. Único policía en recibir dos reconocimientos; más que bien ganados esos galardones, ¡merecidísimos por quienes tienen el honor de servir junto a usted, compañero!; ya es sabida su gran capacidad en resolución de conflictos por su vasta experiencia”, fueron las palabras del segundo jefe de Buchardo, principal Quinteros.
Sobre el pueblo en el que hoy presta servicios, el sargento Martos señala: “Es un pueblo hermoso. Acá pasa todas las mañanas el jefe comunal a tomar unos mates, a preguntar qué podemos hacer o si necesitamos algo”.
Onagoity se encuentra a poco más de 60 kilómetros de Huinca y a 261 kilómetros de Río Cuarto, aunque en territorio cordobés la pequeña comunidad está más próxima a Coronel Charlone (Buenos Aires) y al norte pampeano.