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domingo, septiembre 7, 2025
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La comunicación en las organizaciones

Por Eric Sueldo (*)

La comunicación resulta inexorable tanto dentro como fuera de cualquier organización. El atender la comunicación y por consiguiente la implementación de un plan comunicacional, “diagnosticando, elaborando, implementando, monitoreando y evaluando”, el cual brindará una comunicación estratégica efectiva, donde ésta produce cierta homeostasis (equilibrio), otorgando permeabilidad, suscitando las bases para el desarrollo de las competencias genéricas, la comunicación de acciones, la coordinación ideas, proyectos, dirimir conflictos, gestando y estableciendo vínculos recíprocos y auténticos con la gente que la componen.

¿Qué es la comunicación interna en las organizaciones?

La comunicación es para la empresa, el equivalente al sistema circulatorio humano: permite que la sangre, que en este caso es la información, llegue a todos los rincones del cuerpo y les proporcione el oxígeno necesario para su sano funcionamiento, y por lo tanto, para la supervivencia misma del sistema.

Toda organización se encuentra en un proceso dinámico, conteniendo cierta variabilidad, donde lo que ayer era lo mejor para la organización, hoy ya no lo es. “El cambio es lo único constante”, la flexibilidad toma partido para adaptarse a los cambios, en un mercado globalizado. La manera en la que comunico los cambios que se producen, mediante políticas de comunicación estratégicas, es imperioso estimular la relación dialéctica, que es el arte de debatir y razonar ideas diferentes, para unificarlos al objetivo en común.

El establecer vínculos genuinos suscitará la confianza, base súper elemental para comunicación interna. Sin confianza, la organización se encontraría en una entropía organizacional.

Comunicar la misión y la visión al contexto organizacional, que es de cabal importancia, nos indicará en donde estamos y hacia donde nos dirigimos, conjuntamente con lo axiológico (los valores) que son propios de cada empresa, los mismos se transfieren a la cultura de la misma.

Discernir las expectativas que se tienen respecto de cada trabajador, quien organizacionalmente hablando, es el capital más preciado, “el capital humano”. Es a través de él donde se comienzan a concretar y cementar la estrategia organizacional; sin éste capital, las ideas y proyectos quedarían en una especie de limbo mental.

En cuanto los tipos de comunicación, la cual se vectoriza cuando le otorgamos una dirección situándonos jerárquicamente o en un organigrama, nos encontramos en diferentes órdenes: descendente, (se encarga de dirigir, ordenar, disciplinar), pero con cuidado de no ser intransigente; la comunicación ascendente, (es la encargada de realizar sugerencias, recibir retroalimentación, formular preguntas); la comunicación horizontal, (convertir los objetivos de cada departamento en objetivos comunes, contribuir al desarrollo de una política de dirección participativa, resolución de conflictos, trabajo en equipo); y la transversal integra a los distintos sectores y niveles, tiene a la necesidad de estar cerca del capital humano, “de la gente”.

La implementación de las TIC’S ha dado cierta fluidez a la comunicación interna, permitiendo optimizar y conjugar las áreas, entendiendo, claro, que éstas son un recurso, pero no sustituye la comunicación face to face (cara a cara).

El aprender de la comunicación no verbal (gestos, movimientos oculares, movimientos de manos) que son intrínsecos al ser humano, y de manera inconsciente, muchas veces brindará información de gran relevancia para comunicarnos de manera eficiente.

Escuchar el capital humano (trabajadores, empleados) es base fundamental para detectar las necesidades y emocionalidades, las cuales no se puede soslayar. Saber qué piensan, qué sienten, darle el espacio y la apertura a la escucha, implementar políticas de puertas abiertas, reducirá notablemente las barrera internas. Es evidente que la escucha detonará a una catarsis, surgirán quejas, reclamos, producto del espacio de la escucha, darle voz al “capital humano” para que se pueda explayarse de manera asertiva (sin miedos, ni culpas). El desdeñar el rol de la escucha, surgirá cierta pulsión de displicencia y a una crispación.

Como lo explaya Manuel Tessi en su libro, “realizar preguntas interesantes y no interesadas…; los mejores comunicadores siempre son buenos escuchadores”…

El disponer de canales formales (carteleras, memorando, revista interna, correos electrónicos), para la transmisión de información, menguando los rumores “el radio pasillo”, que son productos de una mala gestión en la trasmisión de información. El no atender los rumores muchas veces da lugar a estadios organizacionales disfuncionales, generando al capital humano, un estado de sosiego, cierta apatía, desazón, y a un prominente stress laboral.

“El mayor problema con la comunicación es la ilusión de que se ha logrado”.

George Bernard Shaw.

¿Qué aporta una política de comunicación interna?

• Un espacio a la contribución del capital humano en el logro de los objetivos organizacionales, cooperando con soluciones.

• Un vínculo entre la organización y su gente que gente un marco de confianza mutuo.

• Un estilo de trabajo altamente competitivo, estimulando al máximo el desarrollo de
las potencialidades individuales

• La difusión de una fuerte creencia de que el éxito de la organización es fundamental
para el éxito de toda su gente.

• Las motivaciones esenciales a la gente que compone la organización.

Cuando deseo comunicar algo hacia los diferentes niveles, áreas, algunas preguntas a modo de pasos, que pueden ayudar:

1. ¿Qué comunicar?

2. ¿Cuándo comunicar?

3. ¿Quién es el que va a comunicar?

4. ¿Cómo comunicar?

5. ¿A quién comunicar?

6. ¿Cuánto comunicar?

La comunicación jamás es un tiempo mal invertido; y también desterrar que no produce
resultados económicos. El comunicar, “dialogar” con los protagonistas de cada área, mejorará notablemente la eficiencia y la eficacia, encenderá el motor de la motivación, se gestará la confianza en el capital humano, comprometiéndose con su accionar, consecuentemente, a menos márgenes de error; y obteniendo una mayor rentabilidad y competitividad, para responder a un mundo competitivo y globalizado.

Quiero agradecer al lector por detenerse a leer estas líneas.

(*) Coach ontológico

Estudiante de RRHH