El interminable Oscar Barreto sigue corriendo. Emblema del atletismo villeguense, a sus 77 años también es parte del Maratón de los Barrios de Diario ACTUALIDAD.
«Me siento bien, contento, aunque la rodilla me molesta, me duele. Pero quiero seguir corriendo», insiste.
Desde los 8 a los 20 trabajó en los tambos de la zona. Incluso en La Marión del mismísimo Luis Firpo. «Es la cosa más linda de mi vida: haber trabajado tantos años en los tambos. Me sirvió muchísimo», agradece.
Ese esfuerzo forjó su espíritu para una larguísima carrera atlética. En sus años en Buenos Aires representó a Independiente y su nombre empezó a trascender en las crónicas deportivas de la época.
Uruguay, Brasil, Colombia, Chile, Inglaterra y centenares de ciudades y pueblos de toda la Argentina. Títulos sudamericanos, argentinos, provinciales y un número infinito de carreras de calle ganadas.
Las vivencias y anécdotas brotan de su memoria. «Si algo tengo poderoso es la mente. Siempre se lo digo a los chicos. Para mí es todo. Es fundamental», sentencia Barreto.
1.500, 3.000, 5.000. 10.000… no hubo distancia que se le resista. Y la nostalgia centrada en Brasil, cuya prueba de 1.500 metros le quedó grabada: «Había hecho varias pruebas antes y nadie podía creer que también corriera esa. Comí un sándwich, me acosté un rato junto a un pino y cuando desperté ya era otro. Me sentía bárbaro. Mis rivales me miraban, me medían, me preguntaban por mis tiempos… salieron con todo y yo pensaba: ‘Estos se van a caer’. Y fue así. Cuando aflojaron los encaré y los pasé. ¡Cómo me ovacionaba la gente! Con el griterío ni escuché la campana… ni cuenta me di que había terminado. Yo seguía corriendo. Esa fue la gran carrera de mi vida».
Al hablar del Maratón de los Barrios fue contundente: «Cuando vos corrés en tu pueblo estás mucho más presionado y tenés una responsabilidad mayor que en otros lados. Las he disfrutado mucho… la gente, el aliento en todos los barrios… ¡Impresionante cómo me saludaban!».
Genética. Talento. Constancia. Sacrificio. Viajar a dedo a competir. Amigos en cada carrera. Sus hijos que siguen sus pasos. Y el reconocimiento unánime de los villeguenses. Es Oscar Horacio Barreto, el emblema del atletismo local.