Horacio Massa, vecino de General Villegas, cortó el tránsito vehicular en la esquina de Brown y Pringles para evitar que los autos sigan circulando y desparramando -entre las casas del barrio- la tierra de la obra que ABSA lleva a cabo en dicha intersección para solucionar un problema vinculado con pérdidas de aguas servidas.
El corte consistió en una cinta que impedía el paso, pero duró muy poco tiempo ya que los vehículos siguieron circulando. El reclamo llamó la atención porque a escasos metros vive el intendente municipal, Eduardo Campana. Finalmente la obra de ABSA concluyó, pero el vecino se comunicó con Actualidad y continuó reclamando que se envíe un regador para que la tierra no siga volando y tapando las casas.
«La gente de ABSA dejó dos montículos de tierra tosca que los autos, con el correr de las horas, fueron levantando por todo el barrio. Todas nuestras casas están sepultadas en tierra tosca. El jueves, cansado de la tierra, intenté cortar la esquina: puse una cinta desde la farmacia hasta la esquina de enfrente para evitar que pasaran los coches. Duró nada. El primer auto la atropelló. La volví a poner, pero duró otro poquito y nada. La cuestión es que la tierra sigue volando y los autos siguen pasando. Algo de efecto tuvo mi reclamo porque este viernes trabajaron, emparejaron, mandaron una chica a barrer la tierra. Ha mejorado mucho. Lo que pido es un poco de agua para que tiren sobre estos dos pedazos para que la tierra no se siga volando porque sino estamos en la misma y no se va a solucionar el problema. Han hecho mucho, pero tienen que echarle agua porque los autos siguen pasando y nosotros seguimos tapados en tierra tosca», se quejó el vecino.
«Ahora sacaron los montículos, pero la tierra está al nivel de pavimento y el rodaje la sigue levantando y el viento la sigue desparramando. Con un poco de agua solucionaríamos este mal rato que estamos pasando. No es tanto, son dos pedazos de 2 metros cada uno, con un poco de agua mejoraría bastante. Yo no quiero gastar agua corriente para regar eso, porque esa agua vale mucha plata producirla. Regar con agua corriente para mí es un delito. Pedí un regador en el Corralón y me dijeron que están afectados a las calles de tierra y que no podían mandar uno», añadió Massa.
«Lo grande, lo grueso, ya está. Si no se puede regar, por lo menos que corten los dos espacios con tierra y que los autos pasen por el medio. Es un espacio reducido, pero los autos pueden pasar. Eso morigeraría el problema», sugirió.
