El relajamiento en los cuidados de la ciudadanía evidenciado en las últimas semanas ha llevado los casos activos de Covid-19 a valores comparables a meses atrás.
Esta claro que en lo que hace a la pandemia, el veranito terminó. En buena parte del país, especialmente en el AMBA, y en particular General Villegas se observa un notable incremento en el número de contagios.
Quedaron atrás las semanas de relativa calma, de casos cuesta abajo. Y ni siquiera la aplicación de la vacuna al personal de salud despeja los nubarrones que invaden hoy la salud pública local.
El 23 de diciembre había 11 casos activos en General Villegas. El 3 de enero, 26. El incremento es del 136,36% y de mantenerse constante podría superar el número mayor del peor momento de la crisis sanitaria.
Ese 23 de diciembre había además 74 personas aisladas de manera preventiva. Los 134 del 3 de enero representan un alza del 81,08% sobre el número inicial.
Los indicadores alarman a los responsables de salud y a los vecinos que reparan en estas cuestiones. Y deberían llamar a la reflexión a quienes desoyen recomendaciones sanitarias y hasta se jactan de realizar fiestas clandestinas en el ámbito rural, la mayoría de las veces con la venia, apoyo y complicidad de sus padres.
En distintos medios los doctores Sala y Riat alertaron sobre la proliferación de casos por encima de lo esperado y la necesidad de evitar reuniones previas a las fiestas de fin de año, pero está claro no fue suficiente.
Este lunes 4 de enero, al ponerse en marcha la vida pública tras los festejos de Año Nuevo, las autoridades se reunirán para evaluar los números y decidir qué medidas tomar. Esta claro que la cuarentena se agotó y ya no se puede tener encerrada a la gente y mucho menos seguir dañando la maltrecha economía nacional. Pero algo hay que hacer. Por de pronto, desde el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires no descartan aplicar un “toque de queda sanitario”.