El villeguense es transportista y días atrás sufrió el robo de dos baterías de su camión. Enterado de que este tipo de hechos continúan, planteó algunos cuestionamientos hacia la policía. «Pareciera que desalientan que uno denuncie», dijo
Darío Pereyra fue días atrás uno de los damnificados en los robos de baterías de camiones que se vienen produciendo en General Villegas. Este viernes habló con ACTUALIDAD, porque «me sentí indignado. El jueves vi en las redes sociales que habían robado otra batería, después de las 10 que se robaron las semanas anteriores», dijo.
Darío se solidarizó en con la nueva víctima de este tipo de hechos. «Le pasó lo mismo que a mí. Le dijeron que tenía que tener la marca de la batería para hacer la denuncia. A mí me gustaría preguntarle a cualquiera si sabe qué marca es la que tiene en su vehículo, porque en mi caso al camión lo compré nuevo y vino con la batería de fábrica. Pero otra la compré hace un mes y entonces me tomaron los datos de esa. Es como que desalientan las denuncias», comentó.
«De hecho -continuó- debe haber tres denuncias y los hechos son por lo menos diez en dos semanas; y cada una cuesta 25 mil pesos. Están haciendo estragos y la policía pone trabas. Hace unos días se informó que encontraron una camioneta con acumuladores y no era lo que habían robado. Pero a mí nunca me llamó nadie para ver si se trataba de mi batería».
«Me siento indignado y no se a quién recurrir», agregó Darío; al tiempo que mencionó que «en lo privado me he movido para que este tema llegue al oído que tiene que llegar. Y sé que llegó, pero soy un ciudadano común y corriente; y no puedo acceder a más que eso».
El transportista tampoco se mostró conforme con la investigación de este tipo de robos. Al menos al ir a la estación de policía no recibió la respuesta que esperaba. «Me dijeron que tenía que ir cuando estuviera el oficial que me tomó la denuncia. Entonces ¿cuando él está descansando no se sigue investigando?», se preguntó.
Otro aspecto en este tema es la compra de baterías usadas y robadas. «Yo ponía en duda la gente que viene los fines de semana y compra acumuladores y radiadores, que no pagan el valor real. Pero a lo mejor no cae en esas manos, porque las baterías que están robando son de vehículos grandes; cuestan 25 mil pesos, no $2,50. Hay que trabajar mucho para recuperarlo y hasta que no la podés comprar no trabajás, no podés poner en marcha el camión. Es complicado», sostuvo.