Este martes, a través de la convocatoria de la dirección de Cultura, se rodó el documental «Carnaval toda la vida», que incluirá a las agrupaciones que en los últimos años vienen participando de la fiesta popular en General Villegas.
Con la dirección y los reportajes del coordinador de la Estación Cultural La Trocha, Christian Francucci; la filmación/edición de Ignacio Mancini; y Catriona Kirkwook, a cargo del área de Cultura, supervisando el trabajo con las distintas agrupaciones, el rodaje comenzó pasadas las 19 y se extendió por varias horas.
Entre instrumentos, vestuario, maquillaje y distintas emociones a flor de piel, algunos de los participantes del carnaval local fueron aportando sus testimonios, según las preguntas que se les iban planteando, identificándose cada uno de ellos con una bandera, que en el documental podrá verse a sus espaldas.
Distintas edades, diferentes categorías, historias de vida que no coinciden, pero con una misma pasión. «Yo estuve del lado de afuera, pero ahora estoy adentro; y me quedo toda la vida de este lado», se le escuchó decir a uno de los entrevistados.
Con los hombres en percusión y las mujeres en cuerpos de bailes, con roles que a lo largo del tiempo han ido cambiando (como todo en una sociedad que avanza en distintos sentidos) y con la idea de continuar en ese camino, todos hablaron de la intención de brindar un espectáculo cada vez mejor.
«No se si antes eran mejores, creo que se ha ido evolucionando; y estamos bien, siempre con la idea de crecer», dijo otro de los protagonistas, con años de trayectoria dentro de la fiesta popular villeguense.
Además de la pasión por el carnaval, hubo otro punto en común en las respuestas: la mayoría quiere un corsódromo en línea recta. Es una idea, un objetivo, que se intenta cumplir desde hace un tiempo y que aún no termina de concretarse.
Por diferentes motivos, los integrantes de las agrupaciones coinciden en que se cansarían menos, entre otros aspectos; y que General Villegas podría asemejarse, en este sentido, a 25 de Mayo, Saladillo, Gualeguaychú; o el mismísimo Río de Janeiro, en Brasil, si hablamos del exterior.
Sin más que adelantar, para que el documental que aún no tiene fecha de presentación sorprenda y no pierda magia, la jornada del martes seguramente fue una noche mágica para quienes participaron, aunque no tanto como la de carnaval, a pesar de haber estado -de otra manera- un poco más cerca de lo que les apasiona, los emociona y -en medio de horas de trabajo y ensayo- les divierte. «Si esto no te apasiona, si no te divertís, no es para vos», se escuchó por ahí.
Quienes lo ven desde afuera no lo entienden, para quienes lo viven desde adentro es tan simple somo eso. Para saber más, habrá que esperar que «Carnaval toda la vida» finalmente se proyecte.