Días atrás ocurrieron una serie de robos con una modalidad poco usual en nuestra zona pero muy común en las grandes urbes: los delincuentes utilizan inhibidores de alarma para interrumpir la señal del cierre centralizado; de esta forma los vehículos quedan abiertos y a merced de los delincuentes que, en cuestión de segundos, se llevan el dinero en efectivo o los elementos de valor que encuentren en su interior.
Una de las víctimas de este accionar fue Marcos Ordinas, quien le contó su experiencia a Actualidad: «Fue en el Acceso Arquitecto Carrozzi, en el local de Gastón Depetris. Tenía que encargar un eje de una máquina. Me bajo de la camioneta. La única puerta que se destraba es la mía, las otras quedan todas trabadas. La cierro, pero se ve que esta persona tenía un inhibidor. Estaba en la vereda, hablando por teléfono. Ni siquiera hablaría, sino que me estaría mirando a ver qué hacía. Me meto al local y cuando salgo me pareció que seguía hablando por teléfono, pero no presté mucha atención. Cuando llegué a mi casa vi que tenía la billetera tirada, que me habían sacado la plata y que había estado revolviendo atrás, había abierto una cajita que yo tenía ahí y la tiró arriba del asiento. Ahí me di cuenta. Volví al local y le pregunté si ese chico era empleado de él y me dijo que no. Ahí me di cuenta que el que me había robado era él. Hice la denuncia y en la cámara de seguridad salía clarito que era esa persona y que ya había cometido otro robo en la calle Necochea».
En total le sustrajeron $3.000. También le robaron a otro cliente del mismo comercio, aunque esta persona no hizo la denuncia porque el monto sustraído era menor.
«Ni pensé que ese tipo me iba a robar, pensé que era un empleado y que estaba hablando por teléfono. Estaba bien vestido. Uno se confía, hay que prestar atención y chequear las puertas. Sería de la zona de Córdoba. Hay que estar atentos porque siempre nos están observando», remarcó Ordinas.
De acuerdo a las imágenes de las cámaras de vigilancia de las inmediaciones el delincuente estaba bien vestido y se movilizaba (se desconoce si acompañado por una o más personas) en un automóvil Fiat Palio de color negro.
Recomendación
Los expertos aconsejan permanecer cerca del vehículo y estar atentos. Si al accionar el botón para trabar las puertas se encienden las luces o se escucha el tradicional ruido que indica que el auto está cerrado, entonces no hay riesgo. También es conveniente comprobar manualmente si la puerta quedó cerrada.
Si nada de eso sucede es que alguien está utilizando un inhibidor en un radio de 40 o 50 metros de distancia.