Al igual que en 2020 este 2 de abril, Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas, no tendrá el acto protocolar que se merece debido a la pandemia.
En 2019 fue el último acontecimiento en este contexto, en la Plazoleta de la Soberanía. Había estado presidido por el intendente Eduardo Campana, Paula Siri, madre del cabo post mortem Fabián Siri; y los ex combatientes Juan Tula, Ricardo Celaye, Rubén Leyton, Nicolás del Rosario González, Edgardo Bertero y José Luis Mellana.
«Estaba haciendo el servicio militar en Puerto Belgrano, estaba embarcado, y el 27 de marzo el buque recibe la orden que tenía que zarpar. El día que salimos fuimos hacia Río Gallegos y estuvimos 15 días recibiendo información acerca de la función que debía hacer el buque, hasta que recibimos la orden del comandante que teníamos que amarrar en Puerto Deseado, donde le iban a colocar una radio a 200 millas hacia afuera por si había que rescatar algún piloto argentino», recordó entonces Celaye.
Y agregó: «Así fue que en Puerto Deseado nos proveímos de combustible y víveres y el 3 de mayo, cuando estábamos haciendo el operativo, a las 0:40 fuimos atacados por un helicóptero inglés. El primer ataque estaba en el comedor de tropa y fue derribado el puente; y a la 1:20 el segundo, donde el buque se quedó sin comunicación y hubo 8 bajas y 10 heridos, entre ellos yo con una herida a la altura de la rodilla. Estuvimos 3 días a la deriva por cuestiones climáticas, había mucha niebla».
«Luego nos rescató el buque Cabo San Antonio, donde iba el compañero Rubén Leyton, hasta que llegamos a Puerto Deseado y los cuerpos con ese olor entre los hierros. Allí nos esperaban hasta que dos días después, en Puerto Belgrano, me tuvieron que intervenir quirúrgicamente. Fueron momentos duros vividos. Esa fue mi experiencia de la guerra», dijo el villeguense.
Luego tomó la palabra Leyton y contó: «Yo estuve embarcado en el Cabo San Antonio, un buque de desembarco tanque. Zarpamos el 28 de marzo con toda la tropa de Puerto Belgrano a un rumbo desconocido. Hace pocos años un comandante reconoció no saber a dónde íbamos. A él lo llamó el Almirante y le entregó 5 sobres, de los cuales no los podía abrir hasta que estuviéramos navegando. A la salida del canal de Puerto Belgrano le ordenan abrir el quinto sobre y se entera que íbamos a recuperar las Malvinas, pero la dotación no sabía nada».
«Navegamos durante 5 días para llegar a Malvinas y poderlas recuperar, la operación se llamó Rosario y el Cabo San Antonio fue parte de los desembarcos de los anfibios ese día. Sucedieron un montón de cosas en el camino, pero destaco que el 1° de mayo nos atacó el submarino Onix en Río Grande. El 2 de mayo el submarino Conqueror hunde el Crucero (ARA Gral. Belgrano). El 3 de mayo un helicóptero ataca al Sobral. El 4 nos dan la orden de salir a rescatar al Sobral sabiendo que nos seguía un submarino. La sensación es como la de nadar sabiendo que hay tiburones, en algún lado te iban a encontrar. Para desgracia de ellos nos salvamos nosotros, porque el submarino nos estaba esperando en el Golfo San Jorge; teníamos que cruzarlo. A la noche el cabo Ángel Berti ubica al Sobral y a la mañana siguiente un avión lo visibiliza y lo llevamos a Puerto Deseado», había seguido su relato el bungense.
«Ahí me doy cuenta de lo que es la guerra porque mi jefe, Nicolás Toledo, me manda a buscar los equipos de radio que habían quedado sanos y no pude hacerlo, porque no había quedado nada. Todo lleno de sangre. La peor carnicería que había visto en mi vida la vi ahí arriba. Fue un momento durísimo», concluyó.
Un poco de historia
El 2 de abril de 1982, la dictadura cívico-militar inició el desembarco de tropas en las islas Malvinas, usurpadas por Inglaterra desde 1833. Con esta acción de afirmación de la soberanía nacional, apoyada por un importante sector de la población, la dictadura intentaba ocultar la gravísima situación social, política y económica a la que había conducido su gobierno.
El conflicto armado concluyó el 14 de junio de 1982 con la rendición de la Argentina y provocó la muerte de 649 soldados argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños. Se considera que la derrota militar aceleró el fin de la dictadura.
El 22 de noviembre de 2000 el gobierno nacional estableció el 2 de Abril como el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas.