Un año después de hablar con la psicóloga Marta Formica sobre lo que la cuarentena de aquel entonces traía aparejado en la salud mental de las personas, ACTUALIDAD nuevamente dialogó con la profesional en el contexto actual de emergencia sanitaria.
«El año pasado estábamos prácticamente sin enfermos en General Villegas; y hoy está muy complicado el Hospital y todo el sistema de salud», dijo Formica.
Actualidad: ¿Cómo ha sido en todo este año la demanda de atención desde la psicología? ¿Ha crecido?
Formica: Sí, la demanda ha crecido. De hecho, las psicólogas del Partido tenemos un grupo y nos vamos pidiendo turnos, si es que alguien tiene disponibles, para atender a un niño, o adolescente o adulto. Lo que hay que rescatar es que el equipo de Salud Mental del Hospital está haciendo un trabajo excepcional, inclusive acompañando a los pacientes de COVID, a los familiares, enfermeros y todo aquel que lo necesite. Nos han pedido ayuda y al menos en mi caso me puse a disposición, porque están a la par de médicos, de todos, haciendo un trabajo excelente y muy sobrecargados de trabajo, en un contexto en el que estamos todos atravesados por lo mismo.
A: El personal de salud al que también le pasan cosas. Se estresan, se cansan, tienen familia…
F: Estamos todos atravesados por lo mismo. Lo que pasa es que el personal de salud, incluyendo al de limpieza también, está trabajando bajo una presión impensada en otras situaciones, porque otras situaciones, como un accidente o una catástrofe, tienen un final. Acá no conocemos cuál es el final de la situación.
A: ¿Cómo se sobrevive mentalmente a todo esto que nos está pasando?
F: Si repensamos lo que charlamos hace un año, apelando a la actividad física, a intentar mantener algún tipo de vínculo de alguna forma, cuidándonos, teniendo una buena alimentación… El resto va a ser un trabajo que va a llevar mucho tiempo, pero vamos a poder salir. Lo que pasa que en el mientras tanto hay que transitar esto, el miedo, la ansiedad, la angustia, el enojo. Hay mucho malestar flotando, como si fuera un virus anexo que está flotando en el aire.
A: Hay poca tolerancia, irritabilidad, con reacciones no siempre buenas… y la culpa en esto no la tiene nadie.
F: No la tiene nadie o, en todo caso, la tenemos todos. Si hubo descuidos todos colaboramos. A lo mejor alguien no se incluye. Pero hablemos de una sociedad en general, hablando de Villegas en particular, que está transitando un momento sumamente difícil y donde empiezan a aparecer los egoísmos personales, el ‘sálvese quien pueda’. Y me parece que la idea es que colaboremos todos con esto. Y en esto también colaboramos con, por ejemplo, testearnos a tiempo. Hay mucha gente que no lo está haciendo porque niega sus propios síntomas y esto no está bueno. Hay mucha gente a la que el miedo la paraliza. ‘No consulto, no me acerco, no me hisopo porque me da miedo que me digan que estoy infectada’. Creo que con un diagnóstico a tiempo, como en todas las situaciones, podemos aliviar un poquito a la primera línea. Que esto no nos paralice. Que no nos paralice tampoco los proyectos. Si tengo mucho tiempo en casa, hay que elaborar un proyecto de lo que sea. No se si lo voy a poder hacer o no en algún momento, pero pensemos en un viaje, una salida, una refacción, lo que sea. Si me pongo como meta un proyecto, también se hace más llevadero. Es ver un objetivo allá adelante. Y no lo estamos teniendo. Mantener la mente ocupada y el cuerpo en movimiento, para estar lo más saludable posible.
A: ¿Quiénes están ‘padeciendo’ más esta pandemia?
F: Desde mi opinión, creo que a largo plazo el impacto lo vamos a ver muchísimo más en los niños y adolescentes, debido a esto de no socializar, no escolarizar, los aprendizajes… Un niño no puede aprender a leer y escribir vía Zoom. Un niño no socializa vía Zoom por más que vea a sus compañeros. Un adolescente tiene que transitar determinadas cosas para llegar a la vida adulta como un adulto sano. Creo que ellos son los que más van a sentir este impacto y va a llevar un tiempo revertirlo. Los adultos mayores están más conscientes del riesgo. A los niños y adolescentes es a los que más les va a costar salir de esto.
A: En el caso de los adultos vuelve la incertidumbre, tanto en lo económico como en la salud, porque hoy la situación es otra a la de hace un año atrás.
F: Convengamos que cuando hablamos de salud no hablamos sólo del COVID. Acá está postergada la salud en general, pero no por una cuestión médica, sino porque los mismos pacientes no quieren, no pueden o no deben asistir para atender otras cuestiones. Todos estamos atravesados por esto y el impacto va a ser general. Insisto en la salud mental en niños y adolescentes; y los padres que están haciendo el esfuerzo para sostener y, a la vez, trabajar y conseguir dinero para comer.
A: La recomendación sería mantener la mente ocupada, mantenernos activos desde lo físico y tratar de estar lo mejor posible desde lo emocional…
F: Y cuidarnos; y cuidar al otro. Y cuidemos al equipo de salud que tenemos y que está dejando todo, que son los que están ‘atajando’ lo que nos está pasando.