«El lunes fue un día muy gris, muy malo para todos los villeguenses. Tuvimos que lamentar 8 óbitos por COVID. Fue el día más oscuro. Nunca habíamos tenido tanta cantidad de muertes», se lamentó el director del Hospital, Dr. Raúl Sala. De acuerdo a sus proyecciones los fallecimientos seguirán siendo moneda corriente en los próximos días.
La curva de contagios está en pleno proceso de amesetamiento. Cada vez son menos la cantidad de casos activos. Sin embargo, seguimos lamentando el fallecimiento de muchos queridos vecinos de nuestro distrito.
En ese sentido, el Dr. Sala remarcó que «ha disminuido considerablemente la cantidad de hisopados, ha disminuido considerablemente la cantidad de positivos. Con seguridad hemos llegado al pico de la meseta y hemos empezado a descender. Eso no tiene nada que ver con la cantidad de muertos que estamos teniendo. Lo que nos indica un descenso de la cantidad de casos e hisopados es que la ciudadanía se aisló, la ciudadanía no se está contagiando. Eso se contrapone a la cantidad de fallecidos que fueron el resultado directo de Semana Santa. La gran estampida y rebrote que tuvimos del 30 de marzo a la fecha hizo que hoy tengamos que lamentar víctimas. Seguramente vamos a tener mayor cantidad de decesos en los próximos días».
Diario Actualidad: ¿A qué se debe la disminución de los contagios?
Raúl Sala: Acá no es ni el Estado ni la salud quien dictamina el horizonte adonde va un pueblo. Quien dice la cantidad de hisopados que va a haber, quien dice la cantidad de infectados que no va a haber, quien modifica los parámetros de esa curva, tanto el pico ascendente como el descendente, somos los ciudadanos. El pueblo aumenta la cantidad de casos cuando se relaja, cuando hace reuniones familiares y fiestas clandestinas; y el pueblo baja la curva cuando se asusta, cuando se autolimita y se queda en sus casas. Quien tiene el poder de decidir cómo se va a manejar esta pandemia es la ciudadanía. La experiencia nos ha dicho que esta curva que se está aplanando, e incluso descendiendo, es un producto de la ciudadanía porque se autoaisló, se autoproclamó en fase 1. De hecho a partir de ahí han disminuido considerablemente la cantidad de contagios.
DA: La contracara de esa disminución son los fallecidos…
RS: Nunca dejamos de evaluar esta posibilidad, siempre lo sugeríamos en todas las entrevistas, siempre lo decíamos. Muchos me trataron como alarmista, exagerado, pero esta realidad que estamos viviendo es lo que nosotros veníamos diciendo. Si nos volvemos a relajar después que superemos este rebrote de pandemia vamos a tener una tercera ola con la duplicación de cantidad de óbitos por COVID. No nos podemos relajar, independientemente de la vacunación. Andá a trabajar y hacé lo que tengas que hacer, pero después quedate en tu casa. No hagas reuniones familiares porque nos vamos a golpear por tercera vez con algo que es muy doloroso: contabilizar la cantidad de óbitos diarios. Para el equipo de salud es muy doloroso cuando ves pasar las bolsas negras con el rótulo «COVID positivo». Les pido por favor que se cuiden, que tengan distanciamiento, que no hagan fiestas clandestinas, que no hagan reuniones familiares, que no festejen ni los cumpleaños. Si festejan este cumpleaños y se infectan tal vez el año que viene no lo puedan festejar.
DA: ¿Por qué en otros municipios de la región no hay tantos activos ni tantos fallecidos?
RS: En Villegas se dio algo atípico: fuimos en paralelo con el crecimiento de casos del AMBA. Pero lo que vivimos hoy acá seguramente les va a llegar a otros municipios con diferencias de días o semanas. El virus no ataca en un lugar particular porque tiene un microclima especial. El virus ataca y te produce estragos en una población y luego se muda a otra. Mi consejo para los otros distritos es que estén muy atentos porque el virus va a llegar. Esto pasó a principios de la pandemia cuando estaba solamente en el AMBA y creíamos que por estar a 500 kilómetros el virus no nos iba a llegar, hasta que nos entró. Lo que pasó en Villegas va a pasar en algunos otros distritos y provincias de la Nación.
DA: El virus cambió. Ahora nos encontramos con muertes de pacientes jóvenes. Hay gente sana que se enferma.
RS: Sí, ahora ya no tiene más predilección. Obviamente que el que tiene factores de riesgo tiene muchísimas más chances de pasarla mal o de obitar; pero ahora el virus con la mutación de la cepa original se ha convertido en un asesino sin tregua y sin límites. Tenemos gente muy joven internada, gente muy joven en asistencia respiratoria mecánica. Tenemos médicos y enfermeros que no la están pasando bien y que tienen la segunda dosis de Sputnik. La vacuna ayuda, pero tenemos que seguir cuidándonos porque este virus no respeta nada y no tiene fronteras. El hecho de que te hayas vacunado te va a dar cierta protección, te va a evitar que entres en un respirador; pero nosotros hemos visto tomografías de personal de salud joven y con la segunda dosis de Sputnik colocada y la neumonía es bilateral. Esto no es para asustar, esto es para informar y para que la gente se concientice y sepa que este virus no tiene tregua, no respeta y no tiene fronteras.
DA: La buena noticia es que hay personal de salud que está recuperado.
RS: Gracias a Dios porque estábamos trabajando con sobreturnos, manteniendo las guardias, pero con un personal agotado y afectado psicológicamente. Gracias a Dios hemos podido restablecer gran parte del personal aislado o con COVID.
DA: ¿La instalación del hospital de campaña hubiera cambiado la situación?
RS: No, para nada. No hubiese cambiado la situación. un Hospital de campaña es un espacio físico, un lugar para internar. Nosotros tenemos un espacio físico y lugar para internar. Ahora, un hospital de campaña con personal profesional médico y no médico de enfermería sí hubiese cambiado la situación porque no hubiésemos estado sobrecargados. Por otro lado, el hospital de campaña se gestionó a través del Ministerio de la Provincia. Jamás nadie del Ministerio de Defensa, nadie de Nación, ni ningún referente local se acercó o levantó el teléfono ofreciendo ni un hospital de campaña ni un testeo masivo a toda la población. Jamás nadie se comunicó, no es que se ofreció y se rechazó. No engañemos. Jamás nadie de Nación, ni del Ministerio de Defensa, ni ningún referente local levantó el teléfono para ofrecerme algo. Cuando uno dice la verdad se lo tilda de delirante y pendenciero. Ahora, si decir la verdad es ser esas dos palabras… bueno, entonces estoy orgulloso de ser delirante y pendenciero por decir la verdad.
DA: ¿Pero no sería bueno para General Villegas contar con una posta de testeo?
RS: Por supuesto que sí, bienvenida sea. Nosotros estamos testeando no solamente con test de antígeno rápido que nos ha mandado la provincia, sino que estamos testeando permanentemente con test de antígeno que compra el Hospital a través de la Cooperadora y del municipio para testear a todo el que se acerque. No hemos salido a los barrios porque tenemos un recurso humano muy limitado y tenemos que estar dentro de nuestro territorito, pidiéndole a la gente que se venga a testear. Las pruebas de testeo son fáciles de hacer, pero tenés que evitar contaminaciones porque te puedan dar falsos negativos. Estoy esperando que alguien me llame por teléfono y me ofrezca no menos de 5.000 test para salir a testear a los barrios y a los pueblos. Nunca recibí un llamado ni para un hospital de campaña del Ejército ni para un testeo masivo a la población.
